| En el debut de Kuzemka, el Lobo aplastó al Rojo. Silva, Leguizamón (2) y Leal hicieron los goles y Sosa descontó para el visitante. Burruchaga habría comunicado su alejamiento a los dirigentes.
Independiente tocó fondo. Cuando se creía que lo peor ya había pasado, esta tarde demostró que siempre se puede retroceder más. Fue una sombra ante este Gimnasia, que es de lo más flojo del campeonato y que sin embargo le pegó un baile impensado. Goleó y humilló a este equipo de Burruchaga que ya perdió el poco crédito que tenía con la gente.
Desde el arranque Independiente se mostró displicente y con la cabeza en otro lado. Montenegro parecía tener más ganas de comer huevos de pascuas que estar en La Plata, Moreno ratificó todas sus carencias técnicas y en el fondo lo habitual: nadie marca, nadie ordena y todos (los contrarios) están invitados a hacer goles, por algo la de Ustari es la valla más vencida del campeonato.
En contrapartida, Gimnasia se mostró como un equipo renovado. Kuzemka puso tres delanteros, con Silva enquistado entre los desorientados centrales visitantes y con Leal y Leguizamón dañando con su velocidad. Por eso, el Lobo empezó a llegar y con claridad. Rodríguez había salvado una increíble ante Basualdo, pero después se quedó clavado en una gambeta de Silva en el área, que el uruguayo transformó en gol al definir cruzado.
Independiente no reaccionó y Gimnasia podría haber encajado algún gol más, pero falló. Recién en el final los de Burruchaga le vieron la cara a Kletnicki. Pusineri hizo una buena por derecha que casi termina en gol en contra y Moreno la tiró afuera cuando había quedado mano a mano.
El esbozo de levantada roja duró poco. En el arranque de la segunda parte, Leguizamón recibió afuera del área, se acomodó y sacó un derechazo esquinado que se puso junto al palo ante la tardía estirada de Ustari. Allí empezó el festival local. Una jugada a puro toque de Gimnasia encontró a Leguizamón para que haga su segundo gol y después un centro de Basualdo culminó en tanto de Leal.
Faltaba mucho y pintaba para goleada histórica. Independiente se arrastraba por la cancha, Montenegro se esfumó, Gioda y Roidríguez se volvieron más torpes de lo que son habitualmente (lo que es mucho decir), Herrón se desconcertó y Moreno (ya con su clon rubio Denis en cancha) brilló por su falta de peligrosidad.
Hubo 25 minutos en los que Independiente lejos de mostrar vergüenza deportiva, esperó que se consumieran los minutos para irse de la cancha. Mismo Burruchaga preguntaba la hora. Para el final quedó el anecdótico gol de Sosa, tras una falla en el fondo local. Fue el fondo de este equipo del Rojo, que ya parece estar hundido definitivamente.
Jorge Burruchaga, se retiró del estadio Ciudad de La Plata sin formular declaraciones, aunque informó que hablará “el martes, luego del entrenamiento”.
Después de la contundente caída, el entrenador del Rojo se encerró en el vestuario visitante y, durante largos minutos, se reunió con los directivos del club para analizar el preocupante momento del equipo y habría expresado su idea de dar un paso al costado.