Godoy Cruz fue superior y le ganó a Lanús en Mendoza
FÚTBOL | El “Tomba”, fue más ambicioso, aprovechó las que tuvo y triunfó por 2 a 0 con goles de Olmedo y Hoyos en contra. Ambos equipos pelean por un lugar en la Sudamericana. El árbitro del encuentro fue Saúl Laverni, quien le anuló mal un gol a Camoranesi cuando el partido estaba igualado.
Godoy Cruz sin hacer demasiado, le ganó un partido clave a Lanús en la lucha por el ingreso a la Copa Sudamericana. El local fue más ambicioso y aprovechó la apatía e irreconocible versión del “Granate” que perdió el rumbo y hace tres partidos que no gana.
En el primer tiempo, el equipo de Gabriel Schurrer arrancó mejor y parecía que se quedaba con el encuentro. A tal punto que luego de un tiro libre de Diego Valeri, Mauro Camoranesi aprovechaba el rebote de Torrico para abrir el marcador. Pero el árbitro Saúl Laverni fue el único que vio offside y decidió anular el gol.
Esta acción pareció derrumbar anímicamente al visitante, ya que a partir de allí la figura del “Tomba” creció a raíz de Sánchez quien manejaba los hilos. Sobre el cierre de la primera parte, Russo metió un gran pase entre líneas para Olmedo, quien definió de manera exquisita ante el achique de Caranta.
En el complemento las cosas siguieron igual. El local marcaba el ritmo del partido y de a poco acorralaba nuevamente a un Lanús sin ideas e impreciso como hace mucho tiempo no se lo veía.
A los 32 minutos, otra vez el árbitro del encuentro fue protagonista al obviar una falta de Ramírez sobre Hoyos, quien terminó empujando la pelota en su propio arco para decretar el segundo y definitivo gol del encuentro.
De esta manera, “El Tomba” sigue firme con sus objetivos, pelear los dos frentes e intentar ingresar a la Copa Sudamericana. Por su parte, Lanús perdió el rumbo, tuvo un arranque prometedor y amagaba con pelear pero desde la derrota en el clásico ante Banfield no levanta cabeza y el nivel mostrado comienza a preocupar a Schurrer.
Un párrafo aparte fue para el árbitro, quien cometió dos errores groseros que influyeron directamente en el marcador. Anular un claro gol a Camoranesi cuando el encuentro estaba igualado y no visualizar una falta sobre Hoyos en el segundo tanto del local.
La figura del encuentro fue Carlos Sánchez, cuando Da Silva lo puso en su posición natural cambió el encuentro. Se transformó en el cerebro de su equipo y a través de sus pies surgieron las mejores jugadas de su equipo.