FUTBOL | En el estadio Ciudad de La Plata empataron 0-0 los equipos de Sanguinetti y Ubeda, en un muy mal partido de fútbol. Lo único destacado fue la expulsión de Eduardo Domínguez, a los 40 minutos del primer tiempo.
Sin dudas que nadie esperaba demasiado de Gimnasia y Esgrima La Plata y Huracán, pero el fútbol suele dar sorpresas y partidos en los que no hay muchas expectativas terminan siendo aquellos que con el tiempo se catalogan de “inolvidables”.
Bueno, el partido que jugaron los equipos de La Plata y Parque Patricios se puede calificar como el de los “olvidables”, porque tanto el “Lobo” como el “Globo” no jugaron a nada. Paupérrimo, ordinario, ningún adjetivo calificativo marcará lo malo que fue el partido en su etapa inicial.
En la mediocridad los dirigidos por Claudio Ubeda fueron apenas menos mediocres, con dos disparos al arco que pasaron relativamente cerca y porque Hugo Barrientos fue el único futbolista que se salvó del incendio.
Lo más destacado de la primera parte fue la expulsión, injusta por cierto, de Eduardo Domínguez, mal echado por doble amarilla por Alejandro Sabino, un árbitro que estuvo acorde con el juego de los dos equipos, es decir, dirigió muy mal.
En el segundo tiempo todo fue más aburrido, aunque Gimnasia fue el que intentó, pero chocó con la firme defensa de Huracán y su propia impotencia.
La única situación de peligro la tuvo Federico Domínguez, quien no le acertó al arco ingresando por el segundo palo a la salida de un corner.
Los dirigidos por Ubeda se dedicaron casi todo el segundo tiempo a dejar correr el reloj, hacer tiempo y conformarse con volverse a Parque Patricios con un punto, teniendo en cuenta que jugaron la parte final con un hombre menos.
Para colmo Sabino adicionó cuatro minutos más, por lo que la verdadera obra del terror que se observó en La Plata se prolongó más de lo pensado.
Al final del partido la silbatina de los hinchas de Gimnasia marcaron lo que fue para ellos, en realidad para todos, este encuentro jugado en el estadio Ciudad de La Plata y del que nadie podrá recordar nada bueno.
Fuente: Télem.