| Con tantos de Galván, Gerlo y Abelairas, ganó por 3 a 2. Papa y Escudero anotaron para el equipo de La Volpe. El conjunto de Liniers necesitaba un triunfo para meterse en algún torneo continental.
River despidió la temporada venciendo a Vélez, que con esta derrota se quedó fuera de toda chance de ingresar a las copas internacionales.
Los dirigidos por Daniel Passarella, sin hacer demasiado, se despidieron ganándole bien a un desconocido Vélez, que de la mano de Ricardo La Volpe parece perder el camino que hace un tiempo había encontrado.
El fútbol a veces tiene situaciones inexplicables, porque no hay manera de justificar la ventaja que sacó River por sobre Vélez en la primera etapa.
En un helado Nuevo Gasómetro, donde fue local River por tener el estadio Monumental clausurado, el equipo de Daniel Passarella y el de Ricardo La Volpe salieron a jugar por cuestiones bien diferentes.
Para los locales sólo se trataba de 90 minutos para cumplir con el calendario, pero para Vélez no, porque debía ganar para alcanzar y pasar por un punto a Lanús, que el domingo juega ante Boca, esperando que el ex equipo del “Bigotón” supere al Granate y así clasificarse para la Copa Sudamericana y esperar que los xeneizes sean campeones de la Libertadores, situación que lo ubicaría en el repechaje del certamen continental.
Pero Vélez dentro de la cancha fue, como River, un equipo sin alma y por eso, entre el frío del Nuevo Gasómetro y lo aburrido del primer tiempo, como diría el “Bambino” Veira, “hasta los pingüinos necesitaban abrigo”.
Tan malos fueron los 45 minutos iniciales, que ni los dos goles de River sacaron de la modorra a los espectadores. El primer remate al arco de Vélez fue a los 22 minutos, con 50 segundos, un disparo de Gustavo Balvorín, que rozó en un jugador millonario y la pelota se fue al corner (casi lo evita Juan Pablo Carrizo).
Y en la jugada siguiente River se pudo en ventaja, con un remate de Diego Galván, el mismo que en la semana dijo que no tenía diálogo con Passarella, con un remate fuerte, que no pudo controlar un inseguro Sebastián Peratta.
El gol no cambió nada, porque todo siguió siendo aburrido y en esa primera etapa sólo quedó tiempo para otro tanto millonario, marcado por Danilo Gerlo, con un certero cabezazo dentro del área, que nuevamente encontró mal parado, y estático, al arquero velezano.
En el segundo tiempo todo cambió, hubo emociones, ratos de buen juego y tres goles más, con todo lo que eso significa en este desvalorizado fútbol argentino.
Vélez arrancó la parte final con un cambio extraño realizado por La Volpe, porque el ex entrenador del seleccionado mexicano y Boca mandó a la cancha a Emiliano Papa por Balvorín, el único delantero neto que tenían los de Liniers en cancha.
Nadie lo podía entender, porque perdiendo por dos goles, sacar al único delantero parecía una locura, pero en una ráfaga Vélez le pasó a igualar el partido a River, primero con un gol de Papa, luego de un centro de Sena y pocos minutos después Escudero, en una gran maniobra individual, donde dejó por el camino cuatro rivales, puso las cosas iguales.
Pero enseguida los Millonarios nuevamente se pusieron en ventaja, con un gol de Matías Abelairas, quien empujó la pelota al gol luego de un desborde, con centro incluido, de Paulo Ferrari, quien sobre el final del partido fue expulsado.
Vélez intentó llegar al descuento pero no pudo y se quedó sin chances de ingresar a las copas internacionales. River terminó una temporada para el olvido, con más tristezas que alegrías, que será difícil de dirigir por un largo tiempo.
Fuente: Télam.