| En un buen partido, con varias situaciones, a los delanteros del equipo de Domenech les faltó puntería para definir. Suiza respondió con pelotas paradas y, con menos, generó las chances más peligrosas.
Los gallos se convirtieron, hasta ahora, en los únicos cabezas de serie que no debutaron con un triunfo. Cerraron la primera jornada del Grupo G sin siquiera conseguir un gol. Cargando con mucha ansiedad por empezar su participación en la Copa del Mundo el elenco francés jugó con poca claridad en los últimos metros de la cancha, lo suficiente como para que un ordenado rival le impidiera abrir el marcador.
El correr de los minutos desesperó Francia en la búsqueda de la ventaja, pero la soledad de Henry no se lo permitía. Entonces Suiza, que no se durmió, tuvo sus chances clarísima de gol pero tampoco las concretó.
El partido se fue sin pena ni gloria. El 0-0 fue contundente
calificación para los dos planteles que carecieron de ideas para romper la paridad.