FÚTBOL | Después de tres días de múltiples e intensas reuniones, Julio César Falcioni llegó a la medianoche a un acuerdo para desvincularse de Banfield, el último obstáculo que debía superar para cumplir el sueño de dirigir a Boca, con el que ya había pactado condiciones económicas y deportivas a principios de esta semana. Por el tiempo que demandará oficializar la rescisión con Banfield, en Boca creen poder presentar a Falcioni en rueda de prensa entre martes y miércoles.
“Fue duro, pero salió bien. Sólo falta formalizar todo”, le confirmó Sergio Greco, apoderado del técnico, a Clarín. La idea del representante de Falcioni es hoy bajarle la persiana a los mínimos detalles. Eso pactó con Carlos Portell, el presidente de Banfield, el hombre con quien sostuvo un ida y vuelta desgastante desde el miércoles para tratar de limar diferencias económicas importantes, que involucraban una deuda que el club de Sur mantenía con el cuerpo técnico pero a la vez un adelanto que el entrenador había percibido y cuya devolución le reclamaban.
Todo fue seguido con atención total por la dirigencia de Boca, en especial por el presidente Jorge Ameal, quien se jugaba mucho con la contratación de Falcioni. Después de salir a buscarlo públicamente, hubiera sido un golpe letal para Ameal que se frustrara la incorporación del DT que sacó campeón a Banfield por primera y única vez en su historia. Es más, en esa Comisión Directiva dividida ya se habían filtrado innumerables broncas durante el viernes porque no se definía la llegada de Falcioni. Y algunos que sueñan con ocupar el sillón de Ameal hasta dejaron deslizar que se empezaba a pensar en un Plan B. Este habría sido uno de los puntos que llevó al DT que ahora dejará Banfield a resignar dinero en el tramo final del día. La obsesión de Falcioni era dirigir a Boca. Y no quería perder la tercera oportunidad, luego que en 2005 fuese bajado por Diego Maradona y que, en 2010, le propusieran el cargo justo cuando acababa de renovar con Banfield hasta junio de 2012.
Este juego es el que deseaba jugar Carlos Portell, presidente de Banfield y hombre que encabezó la negociación con Sergio Greco, apoderado de Falcioni, para definir la rescisión del contrato que vence en junio de 2010.
A Portell no le gustó que Boca buscara a su técnico. Y mucho menos que su entrenador dialogara con otro club, aunque sabe que la tentación era imposible de eludir.
Ayer, el escenario ubicaba a Banfield defendiendo su posición con fuerza, aunque sabe que la ida de Falcioni le sacará de encima un contrato casi imposible de pagar, que además incluye un aumento del 30 % a partir del 30 de junio. Anoche se señalaba a Sebastián Méndez como reemplazante de Falcioni.
Falcioni cumple su sueño de ir a Boca, sin perder más dinero porque ya aceptó un contrato con Boca algo menor al que percibe en Banfield. Tantas reuniones con su representante y con su cuerpo técnico al DT lo desgastaron y optó por dejar que Greco encabece todo y le comunicara el final. “O sigue en Banfield o se va a Boca. Julio no quiere que le digan otra cosa que una de esas dos alternativas”, había jurado una fuente muy próxima al técnico.
Boca no se metía en esta discusión. Pero si todo se dilataba, para destrabar la historia, nada se descartaba. Ni un adelanto de dinero para Falcioni. Ni la cesión a préstamo de un jugador para compensar a Banfield. Ahora, entonces, Falcioni empezará a modelar el Boca 2011, charlando con los dirigentes sobre refuerzos y partidas.