| Ganó con dos goles de Galván, tres de Calderón, uno de Pavone y otro de Lugüercio. El Pincha aplastó a Gimnasia por 7-0 y logró la mayor diferencia en el clásico platense. En el Lobo expulsaron a Basualdo y Escobar.
Histórico. Para los libros. Para el recuerdo, de los dos. Estudiantes dio la mejor demostración de un equipo en el campeonato y aplastó a Gimnasia por 7-0. La ventaja más abultada en un clásico platense.
Casi perfecto fue el primer tiempo, no fue completo por una única opción que tuvo Silva para descontar, luego el Pincha fue superior en todos los aspectos y el 3-0 parcial hablaba de lo que pasó en el campo.
Lo empezó a ganar de entrada. La defensa del Lobo -90 minutos de siesta- cometió una de esas faltas tontas sobre el banderín del córner, con el rival de espaldas y apretado; Verón tiró el centro y Galván, muy solo, entró por el segundo palo y la cruzó de cabeza.
Iban tres minutos, comenzaba la pesadilla del Lobo y la exhibición del equipo de Simeone. Pavone y Calderón le ganaban siempre a Herner, San Esteban y Goux; Sosa y Verón (jugó su primer clásico) generaban el fútbol, Braña y Galván se comían a los volantes rivales. ¿Atrás? Tomaban sol.
A los 7m Olave mandó al córner un remate de Pavone, a los 16m le anularon mal un gol a Calderón por off-side, pero a los 23m tuvo la revancha: pelotazo de la mitad de la cancha, el delantero era el único despierto en el área y, otra vez de cabeza, aumentó el marcador.
No aparecía Escobar, Cuevas intentaba arreglársela solo por la izquierda y Silva tenía que luchar con todos. Muy poco. Y a los 35m llegó otro golpe para el Lobo, quizás el definitivo. Verón encaró por la derecha, tocó para Pavone, quien giró en la medialuna y marcó un golazo de zurda, el primero ante Gimnasia. Intervalo. Aplausos.
El espectáculo continúo en el complemento, que sí fue completo. A los 5m el cuarto llegó a través de Galván tras un error de Basualdo, que completó sus 60 segundos fatales con una patada a Sosa que le valió la roja.
Pavone siguió jugando como si estuvieran igualados, desbordó por la derecha a los 28m y Calderón la empujó: 5-0. El Lobo ya jugaba con nueve (expulsado Escobar) y solamente faltaba determinar si Estudiantes quería que la goleada fuera histórica. Y lo quiso: Angeleri ingresó por la derecha, Olave dio rebote y Lugüercio, a los 31m, puso el sexto y desató su festejo exagerado, pero justificado por el clásico.
Luego de los incidentes, lógicos, en la tribuna de Gimnasia llegó el séptimo, el tercero de Calderón. Baldassi bajó el telón. De pie y ovación para los actores.
Fuente: TyC Sports.