| El Rojo cometió serios errores en el fondo y sufrió su segunda caída al hilo. Calderón y Alayes marcaron para el ganador. Ismael Sosa le dio el empate parcial a los de Avellaneda, que terminaron con dos menos. Huerta padeció una grave lesión.
Se cae Independiente, presa de sus propias debilidades. Sufre porque defiende muy mal y los goles del rival son una consecuencia inevitable. Sufre porque si no aparece Daniel Montenegro sus chances decrecen invariablemente y las derrotas empiezan a sucederse. Esta vez aprovechó Estudiantes, que lo superó con nitidez y si no obtuvo una victoria más holgada fue por impericias en la definición y a un sobrio repertorio de atajadas de Ustari.
Cada vez más los que suscriben a la idea de que Independiente depende de lo que pueda hacer Montenegro, pero sería imprudente no advertir que las causas del padecimiento del Rojo exceden los vaivenes en el rendimiento del Rolfi. Por caso, volvió a faltar Lorgio Alvarez (se recupera de una lesión en el empeine izquierdo), el lateral derecho, y Burruchaga (muy maltratado por los plateístas, quienes lo acusaron de traidor) se vio nuevamente forzado a armar una línea de tres que en un fondo que tuvo otra actuación para el olvido. Además volvió a ausentarse Machín (desgarro en el isquiotibial izquierdo) y Fernando Lorefice, quien jugó en su lugar, tuvo la peor actuación de su incipiente carrera: Verón (la figura de la cancha) condujo al equipo desde el sector izquierdo, también aprovechado por el colombiano Casierra. Y como corolario de una noche de terror, el volante le causó involuntariamente una fractura expuesta en la tibia derecha a Huerta, para luego irse expulsado por una infracción a Braña. Hasta Calderón se recostó en varias ocasiones por su banda para asistir a Pavone.
Pero se sabe que el área rival es el lugar donde Caldera suele ofrecer todo su potencial. Así lo confirmó a los 41, cuando luego que Guillermo Rodríguez lo liberara batió a Ustari con un cabezazo certero y gritó el gol con el alma, pese a su pasado en Avellaneda. Otro grosero error del zaguero uruguayo (la semana pasada se resbaló y abrió el espacio para que Silvera convirtiera el tanto para la victoria de San Lorenzo), quien hasta ahora sólo mostró puntos flacos con la camiseta roja y encima hoy vio la roja directa por un violento foul a Braña.
Independiente estaba de oferta atrás y para colmo no lograba construir juego desde el medio hacia delante. Orteman se exhibía muy impreciso, Montenegro intervenía poco y tanto el pibe Ismael Sosa como Denis quedaban muy aislados. Sin embargo, la visita se las ingenió para provocarle escozores a Andújar. Primero fue el Rolfi, con un furibundo derechazo que se estrelló contra el travesaño, y enseguida el volante uruguayo exigió al ex arquero de Huracán con un remate desde larga distancia.
Pero Estudiantes era mucho más y hacía pesar su superioridad merced al trabajo de Verón, quien se mostraba muy participativo y provocaba el contagio. Los dirigidos por Simeone empezaron a ganar el duelo en el medio gracias al aporte de la Brujita, quien no estaba solo: Casierra se lanzaba en ataque y complicaba, Braña pisaba fuerte en la contención, Sosa aportaba claridad y Pavone y Calderón eran una pesadilla para la floja defensa del Rojo.
Pese a todo, Independiente pudo encontrar el empate. Fue a los 3 del segundo tiempo, cuando Orteman lanzó un centro desde la izquierda y el pibe Sosa exhibió oportunismo para empujarla al gol. Pero el Rojo no aprovechó el impulso del empate inmerecido. Y Estudiantes volvió a desnivelar dos minutos más tarde al capitalizar otro grueso error de la defensa visitante: pifió Gioda, no pudo Ustari y Alayes remató al gol.
Enseguida, Lorefice recibió su segunda tarjeta amarilla y el Rojo hipotecó sus chances en adelante. Sin embargo, se mantuvo a un solo gol del empate porque Estudiantes desaprovechó un enorme cúmulo de situaciones para definir la historia. Mucho tuvo que ver Ustari, quien respondió con atajadas espectaculares y le ahogó el grito a los locales en varias ocasiones. Igual, a Estudiantes le alcanzó. Al Rojo, un equipo capaz de depender de Montenegro y extrañar a Lorgio Alvarez y a Machin al mismo tiempo, todavía la falta rodaje para poder pelear el título.
Fuente: TyC Sports.