FÚTBOL | Con un cabezazo de Carles Puyol a los '71, la Furia cantó victoria por 1-0 y clasificó al choque decisivo de Sudáfrica. De esta forma, la Roja o la Naranja se quedarán con la Copa por primera vez en su historia.
A veces al fútbol lo complican los técnicos y a veces los técnicos ayudan a que sea más fácil, como es que el caso de Vicente del Bosque, quien hace jugar a su España como al Barcelona, el mejor equipo de mundo.
Si España tuviera “picante” arriba, no hubiera sufrido en este Mundial. Es cierto que David Villa cumplió su parte, que Fernando Torres perdió su lugar a manos de Pedrito, que no es sólo una cuestión de delanteros.
Desde el inicio del partido ante los alemanes Iniesta y Xavi movieron la pelota de un lado hacia el otro, buscando entrarle esta vez a un férrea defensa alemana.
Con Busquets cortando en el medio y distribuyendo con criterio, los españoles se hicieron dueños de la pelota y del partido, pero casi sin lastimar a Alemania, salvo por un cabezazo de Carles Puyol.
Tanto dominio de pelota se diluía al llegar al área porque Xavi e Iniesta no podían encontrar a Villa y Pedro y cuando Sergio Ramos desbordaba por derecha nunca terminaba la jugada.
Ante ese dominio abismal de la pelota, Alemania decidió replegarse y apostar a salir rápido de contra.
En la primera etapa Bastian Schweinsteiger no fue el de siempre, sin poder cortar ni anticiparse a los rivales, Piotr Trochwoski, el reemplazante de Müeller hizo extrañar a aún más a quien tuvo que sustituir, y el cerebro de mitad de cancha en adelante alemán, Mesut Oezil no entró en sintonía.
Sin tener la pelota, sin tener muchas contras, Lucas Podolski y Miroslav Klose, quien casi sorprende en la etapa inicial con un remate de larga distancia, quedaron aislados esperando casi un milagro a esa altura del partido: que les llegue la pelota.
Recién pasada la media hora del primer tiempo Alemania equilibró un poco juego, porque empezó a pesar Schweinsteiger, tanto para marcar como para abrir la cancha, y así el partido insinuó con ser más entretenido y no sólo un monólogo español.
Es cierto que a España le faltó en el Mundial más fuerza arriba, pero en la noche de Durban también es vedad que chocó con los centrales alemanes, quines en la etapa inicial no cometieron un solo error y se “deglutieron” a Villa.
Pese al dominio claro de España, fueron los alemanes quienes estuvieron a punto de irse ganando. Y lo hubieran conseguido si el árbitro húngaro cobraba el claro penal de Ramos a Oezi (se lo llevó por delante), pero no lo sancionó y se fueron al descanso igualando sin goles.
Fuente: Télam.