| Sus restos serán inhumados esta tarde en el cementerio de 9 de Julio. Ayer se mató en un choque durante la carrera de Comodoro Rivadavia.
Esta tarde recibirán sepultura los restos del automovilista de 9 de Julio, Guillermo Castellanos, quién perdió ayer trágicamente su vida, tras un espectacular accidente sufrido durante la disputa de la competencia de Turismo de Carretera, en el autódromo de Comodoro Rivadavia.
El auto de Castellanos, tras un fuerte golpe contra otra unidad, se prendió fuego y el piloto quedó dentro habitáculo durante algunos minutos hasta que pudo ser rescatado y trasladado de urgencia al Hospital Regional, donde murió momentos después.
Los restos del volante arribaron esta madrugada a su ciudad natal en una ambulancia, tras ser trasladados en avión, desde el escenario de la trágica competencia hasta el Aeroparque metropolitano Jorge Newbery, para ser velados en la sala 3 de la Cooperativa Eléctrica de la ciudad.
A las 16 su cuerpo será trasladado para un responso en la Catedral Santo Domingo de Guzmán y luego recibir sepultura en el cementerio de 9 de Julio.
La muerte del corredor produjo una gran congoja en una ciudad “muy tuerca” y gran cantidad de personas comenzaron a desfilar desde hora temprana por la sala velatoria.
Castellanos era muy observador, estudioso, aun que lo técnico no fuera su fuerte.
Había nacido el 3 de julio de 1966 en 9 de Julio. Estaba casado con Paola de Marco, y tenía dos hijos: Paola de 7 años y Guillermo de dos.
Había debutado en la máxima categoría del automovilístico deportivo el 19 de febrero de 2006, en el mismo escenario donde ayer encontró la muerte.
Hasta el 2005 compitió en TC Pista y sus comienzos fueron en Karting, para luego incursionar en la Fórmula Renault.
En Turiswmo Carretera, disputó 21 competencias y su mejor ubicación fue un undécimo puesto. No había logrado victorias en series ni finales.