| Tras derrotar a Paraguay por 1 a 0, debieron retirarse del estadio con protección policial. El "Pato" Fillol recibió un proyectil en la cabeza y debieron hacerle cuatro puntos de sutura. El equipo de Tocalli dio un paso importante de cara al Mundial de Canadá y a los Juegos Olímpicos.
El seleccionado argentino sub 20 de fútbol logró ayer una victoria importantísima sobre Paraguay por 1-0, en el partido que abrió la segunda fecha del Sudamericano, que otorga cuatro plazas para el Mundial de Canadá 2007 y otras dos para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
El primer tiempo de Argentina, donde Matías Cahais a los 33 minutos marcó el único gol del partido, rozó la perfección, ya que mostró solidez en defensa, marca, presión y juego en el mediocampo, buenas sociedades en ataque, pero le faltó un poco de profundidad para traducir en la red lo que generó en el campo.
El equipo de Hugo Tocalli, que ahora suma cuatro puntos, sufrió en la segunda parte, luego de la expulsión de Gabriel Mercado a los 17 minutos. Paraguay, sin puntos y dirigido por el también argentino Ernesto Mastrángelo, se acordó tarde de buscar el encuentro.
El trabajo de Federico Fazio, líbero, fue muy bueno, porque impuso presencia y tuvo claridad para cerrar a la espaldas de los dos stoppers: Mercado, que anuló a Cristian Bogado, el hombre más peligroso en ataque de Paraguay, y Cahais, que tuvo problemas en la marca, pero volvió a hacerse presente en la red.
Lo del mediocampo fue una obra de arte. Claudio Yacob recuperó muchas pelotas y las distribuyó con criterio, Matías Sánchez y Gonzalo García cumplieron en la marca, pero les faltó un poco de precisión con la pelota. Por su parte, Ever Banega fue el futbolista más claro del equipo albiceleste.
El volante de Boca se complementó muy bien con Yacob, por lo que Argentina anuló a José Montiel, el generador de juego paraguayo, y tuvo salida clara para atacar a la defensa local.
Banega manejó los tiempos del equipo, aunque a veces se excedió en el traslado de la pelota.
Maximiliano Moralez, Pablo Mouche e Ismael Sosa insinuaron más de lo que finalmente hicieron.
Los tres hombres de ataque se asociaron muy bien, pero fallaron en la puntada final.
Tal vez esa responsabilidad sea de Moralez, el 10 del equipo, pero los otros dos se retrasaron y buscaron formar sociedades a las que le faltó el gol.
Paraguay ofreció poco y nada, ya que si bien trató de plantear el partido en la mitad de la cancha, nunca logró imponer su juego.
Además no tuvo peso en ataque y mostró grietas en defensa, que no siempre fueron aprovechadas por Argentina.
En el gol de Cahais, a los 33 minutos, hay mérito del conjunto argentino (tiro de esquina desde la derecha de Mouche, peinada de Sánchez y gol del jugador de Boca) y también fallas en la defensa paraguaya.
Al equipo de Mastrángelo, muy cuestionado por la gente antes, durante y después del encuentro, le ganaron en su juego, atacando su mejor arma defensiva: el juego aéreo.
El segundo tiempo fue distinto: Argentina se retrasó, regaló campo y pelota y no aprovechó ningún contraataque, pero sí tuvo chances de gol en la cabeza de Sosa y con un remate de Cahais, en el travesaño.
Paraguay fue mucho más ofensivo, pasó a defender con tres en el fondo, sumó gente en ataque, pero se repitió en los centros como única forma de llegada.
Los cambios de Mastrángelo le dieron más aire, pero no más fútbol al equipo albirrojo.
Sin embargo, el aliento de la gente (más de 20 mil simpatizantes presenciaron el encuentro) y la expulsión de Mercado complicaron a Argentina y motivaron a Paraguay.
Argentina aguantó y se quedó con una gran victoria que lo deja cerca del mundial de Canadá 2007 y le abre la posibilidad de soñar con clasificar a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Lamentablemente, el seleccionado argentino no se pudo retirar del estadio como corresponde debido a la agresión del público local.
Tiraron piedrazos y tuvieron que salir con protección policial. El Pato Fillol, uno de los integrantes del cuerpo técnico, recibió un proyectil en la cabeza.
"Estoy bien, fue solo un piedrazo. No es nada grave", fueron las primeras declaraciones que el ex guardavallas del seleccionado le hizo a la prensa argentina.
"No es nada grave, quiero que lo sepan en mi país para darle tranquilidad a mi familia", agregó.
Fuente: Télam.