FÚTBOL | Venció a Gimnasia por 2 a 0, con goles de la "Gata" Fernández y Enzo Pérez, de penal.
El partido fue trabado y jugado a una alta intensidad por ambos equipos; la diferencia estuvo en que el "Pincha" supo capitalizar sus llegadas, mientras el "Lobo" se quedó en aproximaciones.
Ahora Estudiantes quedó como único puntero del torneo, con un partido más.
Sin jugar bien, pero mostrando el oficio, el oportunismo y la contundencia de un equipo ganador, Estudiantes de La Plata superó hoy cómodamente a Gimnasia y Esgrima por 2-0 y así se trepó a la cima de las posiciones del torneo Clausura.
En el Estadio Ciudad de La Plata, La Gata Gastón Fernández, a los 6 minutos, y Enzo Pérez, de penal, a los 38, ambos en el segundo tiempo, consiguieron los goles del equipo dirigido por Eduardo Berizzo.
Como suele ocurrir en los clásicos, el partido resultó sumamente discreto y Estudiantes hizo la diferencia, cuando, a raíz de errores defensivos de Gimnasia, consiguió los dos goles que le entregaron la victoria.
Poco y nada. En eso quedaron resumidos los primeros 45 minutos del primer tiempo del clásico platense. Demasiados cuidados, mucha tensión y la ausencia de jugadores capaces de darle un destino cierto a la pelota, fueron los comunes denominadores.
Por la necesidad de conseguir un triunfo, Gimnasia trató de tomar la iniciativa, pero esa intención duró apenas diez minutos. En ese lapso, el equipo dirigido por Angel Cappa se complicó más con sus limitaciones que con lo que le opuso Estudiantes.
Mientras fue un poquito más, Gimnasia tuvo su chance, pero un cabezazo de Abel Masuero se fue pegado al palo derecho del arco defendido por Agustín Orión.
Después apareció Estudiantes. El equipo del Toto Berizzo trató de manejar la pelota con criterio, pero ante la "ausencia" de Pablo Barrientos, careció del hombre capaz de conseguir ese objetivo.
Estudiantes estuvo 20 minutos sin acercarse al arco de Gastón Sessa, pero en cuatro minutos tuvo dos oportunidades más o menos claras. La primera, a los 21, fue un remate que Barrientos envió por sobre el travesaño, cuando estaba solo; la otra se produjo a los 23, cuando Matías Sánchez, con un toque de derecha, quiso superar la salida del arquero, quien finalmente se quedó con la pelota. El segundo capítulo tuvo un trámite similar en su arranque. La pelota fue y vino sin sentido, y ninguno de los dos equipos logró imponerse al rival.
Pudo abrir el marcador Gimnasia a los 3 minutos, cuando, tras un córner desde la derecha, el chileno Boris Rieloff metió un cabezazo bajo, que Orión contuvo con mucho esfuerzo.
Después nada, todo hacia presagiar un cero a cero imposible de quebrar. Pero claro, si en un lado de la cancha está la defensa descompensada, todo puede pasar.
Y eso pasó a los 6 minutos del complemento. Leandro Desábato metió un pelotazo a espaldas de los defensores, La Gata Fernández apareció por el segundo palo y despachó un remate cruzado que ingresó cerca del palo derecho.
En ventaja, Estudiantes no jugó mejor, pero se acomodó al partido y supo sacarle provecho a la desesperación y la impotencia de Gimnasia.
Gimnasia agravó su situación solo. A los 38 minutos, Rodrigo Braña puso un pelotazo profundo para La Gata Fernández, Masuero cruzó a destiempo y desvió la pelota con la mano.
Enzo Pérez se paró frente a Sessa y sacó un derechazo que superó la estirada del arquero.
Estudiantes no jugó demasiado bien y hasta su primer gol no había hecho méritos para convertirlo, pero ganó y eso en los clásicos es lo que más importa.