Denuncias cruzadas en la interna de los dirigentes de Boca
FÚTBOL | Mientras la oposición insiste en que los avales que presentó el oficialismo para las frustradas elecciones del 2 de diciembre pasado no tienen validez, desde las huestes del presidente Pedro Pompilio retrucan la acusación.
A Boca volvió el cabaret. Claro que ya no son Latorre y compañía las vedettes que se enfrentan por salir en la tapa de El Gráfico. Ahora, los que se cruzan golpe a golpe son los dirigentes. De un lado, los oficialistas, del otro, los opositores. Y esto sucede en un club donde desde hace años las noticias sólo se ocupan de aspectos deportivos. Las internas políticas todo lo pueden. Y todo por los avales.
El presidente Pedro Pompilio y su gente explican, juran y muestran papeles como prueba de que los avales que presentaron antes de la última elección son correctos. El ex dirigente Roberto Digón y su gente explican, juran y muestran papeles como prueba de que esos avales “no existen”. Es más: la disputa llegó a la Inspección General de Justicia, el organismo que regula el funcionamiento de las asociaciones civiles. Una denuncia de la oposición intenta impugnar la legitimidad de la Comisión Directiva que asumió hace apenas un mes.
La resolución del conflicto será por estos días en un despacho oscuro, cuando un funcionario judicial sancione un fallo que podría ser histórico. Porque si en la Inspección General de Justicia sentencia que los avales que presentó la lista de Pompilio no son tales, el futuro institucional de Boca es incierto. El abanico de posibilidades incluye hasta la intervención del club, algo que ya sucedió en el período 84-85, los años más oscuros de la historia de Boca.
Pompilio retruca. En el club armaron una defensa sólida. Ayer por la tarde acercaron a la redacción de PERFIL los papeles que certifican el tema de los avales. Con membretes de los bancos Macro, Finansur y Meridian, todas las presentaciones tienen fecha previa al 15 de noviembre, que era el plazo para hacer la presentación. Y hasta vienen acompañadas por certificaciones de las firmas por escribano público. Todo muy ordenado y prolijo. Sin embargo, los opositores aseguran que ninguno de esos papeles figura en el expediente de la IGJ.
Fuente: diario Perfil.