| La amenaza verbal que el presidente de Gimnasia y Esgrima La Plata, Juan José Muñoz, le lanzó al árbitro Daniel Giménez, según declaró éste en sede policial, fue un "te voy a cagar a trompadas" que motivó que el réferi resolviera suspender el partido que el local le ganaba anoche 1-0 a Boca Juniors en el estadio Ciudad de La Plata.
Tras lanzar este improperio el titular "mens sana", que había ingresado a dicho recinto con la anuencia del árbitro y en compañía de tres compañeros de comisión directiva, fue retirado del lugar por los efectivos policiales que resguardaban la zona.
Así finalizó el incidente, según le admitió hoy el asesor letrado del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (COPROSEDE), el abogado Gustavo Lugones, quien se hizo presente en los camarines del árbitro no bien tomó conocimiento que Giménez había decidido la suspensión del encuentro que cerraba la sexta fecha del torneo Apertura.
"Esta fue la declaración textual de Giménez. Aquí no hubo armas. No eran barra bravas los que estaban con Muñoz sino tres directivos de la institución a los que el propio personal de Gimnasia, que estaba apostado en el lugar con la policía, les franquearon el ingreso. Además los agentes lo dejaron pasar porque era el presidente de la institución. El dueño de casa, digamos", señaló Lugones.
El funcionario refirió también que resultó "una situación muy violenta" y que por ese motivo el árbitro, a despecho de que se le habían brindado todas las garantías para seguir dirigiendo, resolvió suspender el encuentro.
Lugones señaló que "Giménez hizo la denuncia junto a sus dos colaboradores (Darío García y Abraham Serrano) sobre lo que había sucedido. Dijo que había finalizado el primer tiempo, llegó al vestuario y se sentó en una camilla, y en un momento se abrió la puerta e ingresó el presidente Muñoz, a quien no conocía, con otros tres directivos más".
"Muñoz se presentó, le dijo "mucho gusto, yo soy el presidente de Gimnasia" y tras eso la conversación empezó a elevarse de tono. Y cuando ya la situación no era la habitual de una charla normal de un directivo con un árbitro, la policía lo tomó a Muñoz y lo empezó a sacar del recinto porque Giménez le había dicho que lo sacaran del lugar", siguió relatando Lugones.
"Fue en ese momento que Muñoz le respondió "lo voy a cagar a trompadas". Entonces lo terminaron por sacar y se terminó el asunto", remarcó.
El representante del COPROSEDE refirió que "cuando el árbitro dice que se suspende un partido el organismo no tiene absolutamente nada que hacer. Yo le manifesté solamente de la problemática que íbamos a tener con la gente en el estadio. Pero cuando él me habló de la manera que lo hizo y todos los que estaban a su lado se encontraban muy consternados por lo que había pasado, lo entendí".
"Pero también hay que tener el valor de tomar una decisión así en medio de un partido y con un estadio lleno. Fue bastante complicado", reconoció.
Lugones manifestó además que cuando se le comunicó que había ocurrido un incidente en el camarín del árbitro, se apersonó de inmediato en el lugar y al ingresar al mismo vio a Giménez "ya bañado y empezándose a cambiar".
"Le pregunté que había pasado, me empezó a contar lo sucedido, le corté diciéndole que tenía todas las garantías para que el partido continuar porque había 35 mil personas en la cancha, pero el árbitro me respondió que lo sucedido no se podía dejar pasar", refirió.
"Este es un hecho muy grave. Cómo voy a salir a dirigir después de lo que sucedió acá dentro. Porque cualquier fallo que tome voy a estar mirado especialmente. Por eso a futuro esto lo tenemos que solucionar. No podemos seguir de esta manera", contó Lugones, reiterando las palabras de Giménez como un perfecto traductor.
Lugones apuntó que le pidió a Giménez que realizara "la denuncia junto a sus colaboradores y los que estuvieron allí adentro, contando lo que había sucedido. El me dijo que eso lo diera por hecho y le pedí un tiempo, porque había que armar el operativo para retirar a la gente, ya que no sabía como podía reaccionar".
A modo de conclusión, el representante del COPROSEDE dejó deslizar después de lo sucedido anoche con Gimnasia-Boca que "acá tiene que haber un fuerte replanteo por parte de la dirigencia. Un mirar hacia atrás y hacia delante y resolver a dónde se quiere llevar al fútbol argentino".
"Y si acá no se toman determinaciones, se seguirá hablando sin sentido. Todos deben sentarse en la misma mesa y sacar conclusiones, porque de lo contrario será muy difícil seguir avanzando", finalizó.
Fuente: Télam.