Lunes 25 de Julio de 2011, 00:28

Comenzó el Clausura "Elsa Obispo"

FÚTBOL | En la soleada tarde de este domingo se jugó la primera fecha del Clausura, “Elsa Obispo”. La inauguración del torneo se hizo en Libaros, donde la homenajeada vivió, lamentablemente no participaron dirigentes de la Liga Regional de Fútbol, organizadores del torneo.


Elsa Obispo nació en Colonia Almada y se mudó a Libaros cuando se casó con Ernesto Gallinger con quién tuvo dos hijos, Javier y Jorge. Siendo muy joven se dedicó -simultáneamente a la crianza de los hijos- y al comercio, un almacén de ramos generales hoy “La Confianza”. Ernesto, su esposo, que fue jugador y dirigente del Social Libaros, la invitó a que participara de la vida social de la institución. Poco tiempo después, tras la temprana muerte de su compañero, abandonó el comercio y dedicó su tiempo casi exclusivamente al club. Elsa ocupó casi todos los cargos, y aunque nunca llegó a la presidencia fue por años la dirigente más importante ante la Liga Regional, siendo Delegada en incontables sesiones y ocupando cargos en la Mesa Directiva. Su compromiso fue tan grande que ni los achaques en su salud logaron apartarla del comprometido voluntario que asumió para defender la práctica del deporte, fútbol, amateur en la localidad de la que se sentía una hija. Los últimos tiempos de Elsa no fueron fáciles, por la dolencia que la afectaba debió afrontar innumerables tratamientos y sin embargo nunca puso mala cara cuando se trataba del Social Libaros o la Liga Regional. Unos días antes de la navidad de 2003 sabía que su cuerpo no resistiría más, y del mismo modo que le esquivaba a las fotos pretendió que la muerte no la encontrara en Libaros, y por ello viajó a Buenos Aires, donde el 26 de diciembre falleció. Esta tarde la dirigencia deportiva de Libaros le hizo un homenaje, el que claramente merecía en vida, y del que llamativamente las actuales autoridades de la Liga no participaron y si [imgTexto=1311559506.jpg]lo hicieron integrantes de la directiva del club cuando este salió campeón en 1986 y las familias de Javier y Jorge[/imgTexto]. El reconocimiento que Elsa merecía lamentablemente llegó cuando su luz en esta vida se apagó, pero seguramente desde algún lugar del cielo estará radiante de alegría disfrutando del respeto y admiración de su gente, que la quiso de verdad, y por la victoria deportiva del equipo el día en que comenzó el torneo que lleva su nombre.