| El Torito ganaba con un gol de taco de Federico Higuaín (PT 33m), pero el Fortín empató a través de Juan Varea (ST 29m) en un entretenido duelo entre vecinos con mucha rivalidad que estuvo plagado de color.
El espectáculo en las tribunas invitó al alivio al recordar la prohibición de la presencia de hinchas visitantes recientemente anulada. En la calurosa tarde de ayer en Mataderos, tuvo lugar un partido que reedita una rivalidad de barrio y que, por eso, muchos se animan a llamarlo clásico. Un término algo generoso si se tiene en cuenta que Chicago y Vélez sólo protagonizaron 11 partidos en Primera.
Lo que se vio dentro del campo de juego no desentonó en el colorido marco. Ambos equipos, con sus dificultades a cuestas, dieron pelea, trataron de irse con un triunfo, y regalaron un desarrollo, por momentos, vibrante.
De un primer tiempo trabado, lleno de presión en cada porción del campo, fue Chicago el equipo que logró sobreponerse con garra y avanzó con mayor claridad hasta los últimos metros del fondo de Vélez. Es que el Fortín, sabiéndose superior en individualidades, sólo vislumbró peligro cuando aprovechó las imprecisiones del Torito, aunque a medida que estas fueron desapareciendo, se agotaron también sus chances de anotar.
Así, mientras los de Miguel Russo se diluían en los tres cuartos de cancha, Chicago luchaba hasta que lograba sortear el también batallador mediocampo visitante (con Fabián Cubero y compañía) y penetraba en su endeble defensa, terreno donde Federico Higuaín se mostraba con comodidad para accionar. El mismo Higuaín hiló la primera llegada al entrar por derecha y sacar un remate que tapó Gastón Sessa.
Después, Cristian Pellerano envió un tiro libre apenas por sobre el travesaño y Lucio Filomeno apareció sin marca, aunque sacó una masita desde afuera del área que controló Sessa. La única aparición neta del conjunto de Liniers fue por intermedio de Sergio Sena, quien aprovechó el sector de Sergio Viturro y sacó un disparo que atajó Daniel Vega.
Y a los 33, el corazón de Chicago tuvo su premio. Mariano Donda apareció esquivando rivales por derecha y habilitó a Higuaín quien, anticipando de taco a Mariano Uglessich y Sessa, remató al arco y la pelota pasó la línea sin desvíos y sin apuro. Entonces, explotó el verde y el negro en Mataderos.
En el segundo, Vélez se adelantó aún más, llegó a jugar con tres delanteros con el ingreso del juvenil Maximiliano Timpanaro y con ello los espacios en el medio se fueron abriendo. Chicago, no obstante, supo manejar la pelota en algunos pasajes, aunque no logró aprovechar el terreno hasta el último tramo del encuentro, cuando todo fue un ida y vuelta constante.
En ese contexto, el goleador Mauro Zárate se sintió más cómodo. Casi empata ni bien comenzado el período, con un sablazo que Vega desvió al córner. Y a los 29, tras una gran combinación con Juan Varea, éste definió de zurda ante la salida de Vega. Era el 1-1, y la fiesta cambiaba de tribuna.
Lo que siguió fue lo más jugoso del desarrollo. Ambos equipos iban por más y Sergio Pezzotta les ponía pimienta con algunos fallos poco comprensibles. Timpanaro casi mete una chilena, Higuaín tuvo un mano a mano que sacó Sessa y otra vez el Gato le ahogó el grito a Juan Fischer. Pero el marcador no se movió y todo siguió sin cambios hasta el final. Fue una igualdad que dejó a Vélez con 29 puntos y a Chicago con 16 y aún en zona de descenso directo.
Fuente: TyC Sports.