Domingo 27 de Agosto de 2006, 10:35

Chicago ganó y hundió más a Quilmes

| Fue 2-1 en Mataderos. Mattiuzzo abrió el marcador y Donda aumentó con un golazo para el Torito, que justificó la victoria en el segundo tiempo. Pablo Giménez, de penal, descontó para el Cervecero, que todavía no ganó en el Apertura.

César Carranza, Federico Higuaín... Quilmes necesitaba ganar, tierra desconocida para el equipo del Sur en este Apertura. Había promesa de buen fútbol y de goles en Mataderos. Sólo promesas. De entrada amagó Chicago con llevárselo puesto a su rival. Sólo amagues. Luego Quilmes pareció despertar y tuvo la intención de ir a buscar la apertura del marcador. Sólo la intención. Un primer tiempo que no se adecuaba al fútbol de Primera División. Un campo de juego en mal estado, más marca que juego, mucha fricción y pocas llegadas a los arcos. Se luchaba mucho en la mitad de la cancha. No había más de dos toques seguidos por equipo. Todos iban al choque. Hubo excepciones, pocas. José Chatruc intentó algo por la derecha en el Cervecero. Carranza tuvo actitud, algo de Higuaín... Pero los que más entraban en juego eran los volantes de marca. Cristian Pellerano, Mariano Donda, el Turco Zarif, por un lado. Y Martín Romagnoli, Carlos Barrionuevo, Horacio Cardozo... por el otro. Hubo algunas jugadas. Carlos Luna lo buscó a Chatruc, el volante intentó devolverla al medio y el arquero, Daniel Vega, llegó para cortar bien, abajo. Respondió Chicago. Zarif desbordó por la derecha y envió el centro. La pelota recorrió toda el área y se perdió por el fondo, ante la mirada de Carranza que se tiró y se estiró para intentar empujarla, pero no llegó. El empate era justo. Se prestaban la pelota, llegaban poco a los arcos. Ninguno mostraba una superioridad notoria sobre su rival. Pero a los 41, se sacudió el estadio. Donda tuvo un tiro libre muy peligroso, le dio mal y la bola se perdió en el córner tras un desvío. Luego del tiro de esquina, en la segunda jugada, Carranza desbordó por izquierda y tiró el centro. Hernán Mattiuzzo, que había quedado vagando por el área, anticipó a todos en el primer palo. Cabeceó desde el vértice del área chica, fuerte, de pique al suelo, imparable para Derlis Gómez. Sobre el final, el equipo de Rodolfo Motta conseguía la ventaja. Quedaron todos desacomodados. Hasta Chicago. Nadie esperaba el gol. Para Quilmes, la bronca contenida los acompañó al vestuario. En el segundo tiempo, Chicago salió a justificar la victoria. Y lo hizo. A los 8, avisó con Higuaín. A los 11, Filomeno no puedo de cabeza y Donda llegó por atrás para definir. Tiró un chiche, pero tapó bien Derlis Gómez. A los 13, llegó el segundo. Chicago dominaba a placer. Recuperó la pelota Higuaín casi en su área y salió rápido el contragolpe. Tocó para Donda. El volante trasladó varios metros, cruzó la mitad de la cancha y se la devolvió a Higuaín. El Pipita aceleró, entró al área por derecha y envió el centro atrás. Otra vez para Donda, que llegó de frente y definió de primera, cruzado, con un toque. Fue un golazo. El 2-0 en Mataderos estaba clarito. Ahora sí, había justicia. Chicago, con argumentos claros, supo respaldar esa victoria. Buen toque, mejor manejo, los que tenían que aparecer (Higuaín y Carranza) lo hicieron... Motta se relamía. Los minutos pasaban, y Chicago estaba tranquilo. Quilmes buscó el descuento, pero no se le cayó ni una idea. Pasó algún sofocón el arco local, pero la victoria estaba asegurada. El Chino Luna inquietó a la defensa del Torito, pero lo supieron controlar. En Chicago los argumentos sobraban. Zarif tuvo un despliegue bárbaro por la derecha. Pellerano fue el dueño de la pelota y del medio campo. El volante central se está convirtiendo en un cinco con oficio, se adaptó muy bien a la Primera División y es un jugador clave. Higuaín y Carranza estuvieron imparables. Fue muy bueno el aporte de Donda. Claro, todo en el segundo tiempo. El primero fue para el olvido, más allá de aquél cabezazo solitario de Mattiuzzo. Sobre la hora, llegó el premio consuelo para Quilmes. Elizondo vio una mano de Mannara en el área, y cobró penal. Pablo Giménez venció a Vega y 2-1, para la estadística. El Cervecero empieza a ingresar en una crisis. Mario Gómez no le encuentra la vuelta al equipo. Ni hablar de repetir la gran campaña que realizó en Jujuy con Gimnasia. Quilmes sigue sin ganar. Chicago promete, al menos de local, tiene buenos jugadores y muestra un buen juego en sus presentaciones. ¿Hasta dónde podrá llegar el Torito? Poco importa eso ahora, la gente está feliz. Fuente: Juan Manuel Lagares, de la Redacción de Clarín.com.