Domingo 10 de Diciembre de 2006, 06:36

Chicago consiguió una victoria agónica sobre Newell's

| Fue por 2-1 en Mataderos. Los rosarinos ganaban con un gol de tiro libre de Cardozo en el primer tiempo. Pero en el inicio del segundo se fue expulsado Torrén. Con un jugador más, el local lo dio vuelta con tantos de Martínez y, sobre la hora, Higuaín (penal). El Torito quedó cerca de salir de la Promoción, la Lepra sumó 11 sin victorias.

Se enfrentaban dos realidades diferentes. Chicago llegaba con el pecho inflado de la victoria en El Monumental. En cambio, Newell's, en una crisis futbolística hacía 10 partidos que no lograba un triunfo. Cerraban su participación en el Apertura en Mataderos. El local necesitaba los puntos para escaparle a la Promoción. Los rosarinos tenían que maquillar su mala campaña. En los primeros 10, Chicago era mejor. Manejaba la pelota con criterio y creaba sus chances de gol. Dona y Pellerano eran los dueños de la pelota en el medio del Torito. Arriba, Federico Higuaín hacía de las suyas. ¿Newell's? No daba dos pases seguidos. De a poco, el equipo visitante empezaba a emparejar las cosas. Sobre los 20, Donda e Higuaín seguían toqueteando, pero ya no eran tan claros a la hora de pisar el área. Vangioni, Lucero, Villagra; con mucho esfuerzo en la recuperación y con oficio para cuidar la pelota, le cambiaban la cara a Newell's. Y adelante, los dos paraguayos, Salcedo y Cardozo, empezaban a complicar. A los 29, Tacuara Cardozo acomodó la pelota para darle al tiro libre. Apuntó, midió, tomó carrera y sacó el zurdazo. Golazo. La pelota se metió en el ángulo del arco de Vega. Newell's se ponía arriba en Mataderos gracias a esa pegada mágica del paraguayo. Fue eso y nada más. Porque Chicago jugaba mejor, y porque las únicas armas del visitante, eran centros a la cabeza de los guaraníes. El primer tiempo se iba con una victoria parcial para la Lepra, que poco había tenido que ver con el desarrollo del partido. Con la victoria en el bolsillo, Newell's salió a gozar de la ventaja en el segundo tiempo. Pero rápidamente se encontró en desventaja. A los 6, Torrén le hizo una falta sin pelota a Nahuelpan y vio la segunda amarilla. Todo cuesta arriba, con un hombre menos. Chicago se hizo fuerte y con la ventaja numérica se fue con todo a buscar el empate. El local empezaba a tirar centros y más centros al área de Newell's. Llovían sobre el arquero Villar que se convertía, de a poco, en figura. Motta metió mano: se daba cuenta que necesitaba un poco de aire en el ataque. Zermattén y Hanuch, a la cancha. Con la ayuda de los enganches que mandó a la cancha el DT, Higuaín se hizo enorme. Más aliviado en la creación, se dedicaba a golpear en dónde más hace doler: el área. A los 35, hizo una jugada bárbara, apiló jugadores y fabricó el espacio para Jorge Martínez, que entraba por derecha. El lateral sacó un remate fuerte y cruzado para estampar el 1-1. Después que Abal diera 4 minutos de adición, Chicago todavía no podía conseguir la victoria. Pero apareció Higuaín, quién sino. Gambeteéo a dos, entró al área, lo bajaron y penal. El mismo Pipa se hizo cargo de la falta y no perdonó. 2-1, gracias a un Higuaín inspirado, el más grande de los hermanos. El delantero llegó a los 10 goles en el Apertura y demostró que no sólo el que tiene la camiseta de River juega bien. Chicago dio otro pasito para escaparle a la Promoción. Newell's sumó una nueva frustración en el Apertura y cerró un año en el que parecía que se comía a los chicos crudos, y terminó pidiendo la hora. Sobre la hora Higuaín los liquidó. Fuente: Clarín on line.