| Boca Juniors, bicampeón del fútbol argentino y líder invicto del torneo Apertura, derrotó por 7 a 1 a San Lorenzo de Almagro con 3 goles de Martín Palermo, dos tantos de Rodrigo Palacio, uno de Neri Cardozo y otro del juvenil Andrés Franzoia. El descuento del "Ciclón" lo hizo Hirsig.
El clásico, correspondiente a la cuarta fecha, comenzó a las 16.10 con el arbitraje de Gabriel Favale en un Nuevo Gasómetro completo en su capacidad habilitada (35 mil personas). Rico en antecedentes, el partido se presentó con un condimento extra: la disputa del récord de victorias consecutivas en torneos cortos, que ostenta San Lorenzo, con 13 en 2001, y al que Boca (10) aspira para coronar la gestión del flamante entrenador del seleccionado local.
Bajo la mirada de su nuevo técnico Ricardo La Volpe, Boca defendió la punta del Apertura, y un invicto de 17 partidos, que comenzó a gestarse precisamente después de una derrota con San Lorenzo, en La Bombonera, por la quinta fecha del torneo pasado.
El bicampeón argentino perdió las últimas dos veces que visitó el Nuevo Gasómetro: 3-0 en marzo de 2005, dirigido por Miguel Angel Brindisi y 3-2 en septiembre del año pasado, bajo la dirección de Basile.
San Lorenzo, hasta hoy escolta con 7 puntos, asumió el clásico con la confianza de dominar un historial que registraba 165 enfrentamientos con 64 victorias "azulgranas", 55 triunfos de Boca y 45 empates.
El dueño de casa comenzó mejor que Boca, al menos manejaba la pelota y en terreno “enemigo”, pero la falta de profundidad y la tibieza a la hora de definir fue un precio muy caro ante un rival tan experimentado y contundente.
Será difícil que Boca vuelva a repetir una faena similar a la de hoy en el Nuevo Gasómetro. Ciento por ciento de efectividad goleadora, principal baluarte “xeneize” para exponer su supremacía y convertirse en el único líder del Apertura. Pese a no ser el fiel reflejo del encuentro, el score terminó marcando los gruesos errores locales en la última línea defensiva y el gran trabajo de los delanteros boquenses.
Poco sintió Basile las ausencias de Battaglia e Ibarra, el gran trabajo del mediocampo, abanderado Fernando Gago, la figura de la cancha, y la solidez de su última línea, hicieron de Boca un arma letal cada vez que el bloque ofensivo salió despegado con la velocidad de Palacio, Cardozo, Kupoviesa o Marino.
Para Ruggeri y su equipo no hay consuelo. Luego de cinco primeros minutos de buen fútbol, la falta de recuperación y la inestabilidad defensiva hicieron de San Lorenzo un equipo débil, desorientado y falto de actitud, que el campeón argentino aprovecho al máximo. En la primer media hora de juego, Boca que se toma cada pelota en serio, como la última, ya ganaba por 3 a 0. Efectividad al cien por ciento para derrumbar las esperanzas de un desconcertado San Lorenzo.
En el complemento la historia no cambiaría demasiado para el local que sumaría silbidos de los aficionados y cuatro goles más contra su baya. En síntesis para el “Santo” una tarde de terror.
Fuete: Télam.