Domingo 13 de Agosto de 2006, 12:38

BOCA LE GANÓ A CENTRAL EN ROSARIO

| Boca Juniors, último campeón del fútbol local, se impuso ayer a la noche a Rosario Central por 2-1, en partido correspondiente a la segunda fecha del Torneo Apertura de primera división, jugado en el estadio Gigante de Arroyito.

Con este resultado, el equipo dirigido por Alfio Basile reúne 6 unidades en dos presentaciones, al igual que San Lorenzo, que derrotó con amplitud por 5-0 a Colón de Santa Fe. El conjunto xeneize no lució en el juego pero mostró un oficio determinante para quedarse con la victoria, ante un rival que sintió la ausencia del boliviano Ronald Raldes (lesionado) y la de Cristian "Kili" González (suspendido). Después de un primer período en el que pasó muy poco, el once de la Ribera se puso en ventaja a los 15m. de la segunda mitad, por mediación de un tiro libre ejecutado por Juan Krupoviesa, que se desvió en la barrera y confundió al arquero local, Cristian Alvarez. Tras la ventaja obtenida, Boca Juniors empezó a manejar la situación, a partir de la solvencia exhibida por el arquero paraguayo Aldo Bobadilla, la eficiencia expuesta por el catamarqueño Daniel Díaz y el criterio en la distribución por el volante Fernando Gago. Sobre los 39m., el elenco de Basile amplió las cifras con otra jugada de pelota parada: Díaz, otrora figura del 'canalla', llegó con lo justo para puntear un centro-tiro libre de Krupoviesa y puso el segundo tanto. Cuatro minutos más tarde, Central halló el descuento por intermedio de otra maniobra de balón detenido. Un cabezazo de Ariel Garcé le puso mayor decoro y justicia a la pizarra final. Boca ganó con justicia, sobre todo, por lo hecho durante la segunda parte. Porque en la primera, ambos conjuntos se repartieron el dominio, en el marco de un desarrollo por demás equilibrado. Y en ese tono de paridad, el que mejor se desenvolvió en esos 45m. iniciales fue Central, que inclusive inquietó al paraguayo Bobadilla con un disparo cruzado de Rivarola, sobre los 12m. Pero en la segunda parte, la formación visitante empezó a tejer una ligera superioridad desde el arranque. A partir de la sólida labor defensiva, con los quites de Gago y ciertas aproximaciones verticales al área de Neri Cardozo, quien abasteció bien a un veloz Rodrigo Palacio. El ex Huracán de Tres Arroyos y Banfield se perdió el primero, a los 2m., con un disparo que encontró una excelente respuesta del guardavallas local, Alvarez. Pero el golero rosarino cometió un error a los 15m. y ese desliz fue determinante en el desarrollo del cotejo: tras una falta a Palacio, sobre la media luna, el tucumano Krupoviesa metió un zurdazo fuerte que rebotó en la barrera y descolocó a Alvarez, quien no tuvo respuesta ante una pelota que parecía sencilla. Así, el encuentro se encarriló en favor de un Boca que tuvo tranquilidad y que jugó con la desesperación de un once local, que puso en cancha a los nuevos refuerzos: el delantero costarricense Paulo Wanchope y el enganche, ex River Plate, Darío Conca. El equipo de Néstor Gorosito mejoró de mitad de cancha hacia adelante, pero no tuvo rápida resolución en los metros finales, razón por la cual no pudo progresar. Encima, Boca casi que sentenció el pleito a los 39m., cuando Díaz, la figura de la noche, llegó para puntear el balón, anticipándose a Wanchope, y vulneró por segunda vez a Alvarez. El descuento centralista arribó a los 43m., por medio de Garcé, quien se anticipó a todos y sometió a Bobadilla. Un desordenado conjunto local estuvo a tiro de la igualdad, que hubiera sonado a injusticia en relación a lo que ocurrió dentro del campo de juego, cuando en el cuarto minuto de descuento, el costarricense Wanchope elevó el remate final, tras un centro rasante de Marco Ruben. Casi en acto seguido llegó el pitazo final del cordobés Héctor Baldassi y quedó consumada la novena victoria consecutiva de Boca Juniors que, de esta manera, igualó la mejor racha histórica de triunfos seguidos en la historia del club. La anterior databa del Campeonato Nacional de 1974, cuando un equipo orientado por Rogelio Domínguez hilvanó éxitos en serie desde la tercera a la undécima fecha. Casualmente, Rosario Central, equipo en el que militaba por esos días un joven Mario Alberto Kempes, interrumpió esa seguidilla, al ganar por 2-0. Fuente: Télam.