FÚTBOL | El "xeneize" perdía en "La Bombonera" con gol de Luciano Civelli, a los 16 minutos del primer tiempo, pero alcanzó el empate con un cabezazo de Palermo, a los 13 del complemento. Ahora el equipo dirigido por Carlos Ischia tiene la mente puesta en el Atlas de México.
Boca Juniors igualó como local frente a Banfield por 1 a 1 y desperdició la posiblidad de llegar a lo más alto de la tabla de posiciones, en otro de los partidos correspondientes a la novena fecha del torneo Clausura.
El gol del "Taladro" lo convirtió Luciano Civelli, a los 16 minutos del primer tiempo, tras un desborde de Darío Cvitanich, quien tocó atrás para la entrada del mediocampista. Boca alcanzó la igualdad a los 13 del complemento, con un cabezazo de Martín Palermo tras centro de Alvaro González desde la derecha.
No se vio al mejor Boca en los primeros 45 minutos, con la decisión de su entrenador de guardar titulares para dosificar energías pensando en el partido del martes frente al Atlas. Dejó crecer a Banfield, que complicó a la defensa "xeneize" con un único delantero, Darío Cvitanich.
El "Taladro" salió con más presencia y jugar el partido y fue más claro. Con esas virtudes le alcanzó para ponerse en ventaja ante un desconocido Boca.
La diferencia llegó a los 16 minutos, cuando Cvitanich le ganó en velocidad a Alvaro González por izquierda, llegó al fondo y tocó para la aparición de Luciano Civelli, quien vulneró al arquero Caranta.
Después los locales crecieron, un poco porque Banfield se replegó y otro poco por el empuje de su gente. En ese contexto, recién a los 30 minutos, Boca llegó con peligro al arco defendido por Cristian Luchetti.
Mauro Boselli puso una pelota profunda para la corrida de Neri Cardozo por izquierda, envía un centro al área que Palermo define con un remate mordido de media vuelta, que pica y se va por arriba del travesaño. Esa fue la mejor jugada colectiva de Boca en la primera etapa. Banfield mantuvo el orden y le alcanzó para ir al descanso en ventaja.
En el segunto tiempo, los locales se hicieron dueños del trámite desde el comienzo y los del sur eligieron quedarse abajo esperando. Hacer eso es un arma de doble filo cuando el rival es Boca, que por peso propio alcanzó la igualdad.
Los cambios que realizó Ischia en el descanso le dieron otro aire a los "auriazules". Gracián reemplazó a un Castromán al que todavía le faltan minutos de fútbol, mientras que la entrada de Battaglia le aportó más recuperación a la que le daba el colombiano Vargas.
El empate merecido llegó a los 13 minutos, con un desborde de Alvaro González, que tras llegar al fondo mandó un centro a la cabeza de Palermo. Las cosas estaban como al principio y todo volvió a empezar.
Con la paridad, los visitantes se pararon unos metros más adelante en la cancha y se le generaron espacios a Leandro Gracián, Alvaro González y al voluntarioso Boselli, todos con voluntad de asistir al máximo goleador de la historia del club.
Faltaba el ingreso de Jesús Dátolo para "poner toda la carne al asador", pero el ex "Taladro" no terminó de ser el acompañante ideal para Gracián. Es más, Boca tuvo la victoria en el final en sus pies. Palermo le bajó el balón al medio para que Dàtolo quiera fusilar y la termine mandando a la segunda bandeja de La Bombonera.
Este empate de poco le sirve a Boca, que de haber conseguido los tres puntos pasaba a River en la tabla de posiciones. Es el precio que tuvo que pagar por tener la mente puesta en el partido del martes, frente al Atlas de México, en un encuentro decisivo por la Copa Libertadores de América.
Fuente: Télam.