Jueves 14 de Junio de 2007, 03:49

Boca goleó y está de fiesta

| El equipo de Miguel Ángel Russo venció 3-0 a Gremio de Brasil, con goles de Rodrigo Palacio, Juan Román Riquelme, en su último partido en La Bombonera, y Pablo Ledesma. El equipo argentino dio un paso que parece fundamental de cada al desquite que se jugará el miércoles que viene, en el estadio Olímpico Monumental de Porto Alegre.


Con goles de Rodrigo Palacio, en la primera etapa, Juan Román Riquelme y Pablo Ledesma, en la parte final, Boca se quedó con el partido de ida de la final de la Copa Libertadores de América. Riquelme, quien no había aparecido en casi todo el partido, se iluminó en los últimos 15 minutos y llevó a los dirigidos por Miguel Russo a una victoria, que les deja otro título servido en bandeja. Boca salió frío a la cancha, sin presionar al rival, dejando jugar al Gremio y apostando en ataque todo a lo que pudiera generar Rodrigo Palacio, quien recostado sobre la izquierda no pudo sacar diferencia. Los brasileños, quienes seguramente esperaban una presión en todos los sectores del campo, se encontraron con libertad para manejar la pelota y insinuaron con atacar a Boca, pero sin demasiada decisión, por eso se quedaron a medio camino en cada uno de sus avances, que en el comienzo insinuaban con ser peligrosos. Con Juan Román Riquelme desaparecido, con Ever Banega más retrasado en el campo de lo habitual, con Neri Cardozo perdiendo más de las que ganaba, sólo Pablo Ledesma por derecha encendía alguna ilusión en los hinchas de Boca. Y cuando no pasaba nada en el partido, llegó una falta contra Ledesma, el tiro libre lo ejecutó Riquelme, enviando un centro al segundo palo que bajó Palermo (en aparente posición adelantada), para que dentro del área Palacio empujara la pelota hacia la red. El gol no cambió el ritmo del partido, porque Riquelme siguió sin aparecer y sólo una jugada personal de Palacio, que concluyó con un remate desviado, hizo levantar al público que colmó La Bombonera. ¿Gremio? Manejó la pelota con más criterio que los dirigidos por Miguel Russo, pero no tuvieron profundidad y por eso Mauricio Caranta no tuvo que revolcarse nunca. El primer tiempo finalizó encontrando a Boca arriba en el marcador, pero con los brasileños mejor parados en la cancha. Riquelme recién dijo presente sobre el final de la etapa inicial, muy poco para lo que se espera del talentoso diez del conjunto de la ribera. En el segundo tiempo se pudo ver a otro Boca, sobre todo en el primer cuarto de hora, donde presionó, generó situaciones de peligro (Palacio falló dos claras) y comenzó a justificar la victoria. Pero Gremio, ahora parado más de contra pese a ir pediendo, también estuvo cerca del empate, pero no resolvió las situaciones que generó. A los 13 minutos del segundo tiempo Boca pasó a jugar con un hombre de más por la expulsión de Sandro Goiano (una fuerte infracción a Banega) y todavía parecía encaminarse hacia una victoria fácil. Pero los locales no aprovecharon el hombre de más y a partir de ese momento no inquietaron más a Sebastián Saja. La diferencia tan deseada llegó poco antes de la media hora del segundo tiempo, de la mano de Riquelme, quien no tuvo una buena noche, pero de tiro libre marcó el segundo gol del partido, un tanto clave pensando en el desquite del próximo miércoles en Brasil. Y a los 45 minutos se iluminó otra vez Riquelme y llegó el tercer gol, el que desató la locura. Entre Ledesma y un defensor brasileño marcaron el tanto. Boca no jugó bien, pero venció con autoridad al Gremio y si bien restan 90 minutos, a jugarse en territorio brasileño, todo indica que se encamina a llevarse una nueva Copa Libertadores de América. Fuente: Télam.