FÚTBOL | Le ganó 4 a 0 a la Liga de Quito, con goles de Forlín, Espinoza -en contra- y Mouche. El conjunto de la ribera jugó uno de sus mejores partidos en lo que va del año. Demostró que los juveniles también pueden aportarle buen fútbol a los de Ischia.
En su debut en la Copa Sudamericana, el "xeneize", sin los habituales titulares, le ganó a Liga de Quito, por 4 a 0. Juan Forlín y Gabriel Espinoza, en contra, en la etapa inicial, y Pablo Mouche y Andrés Gaitán, en el segundo tiempo, anotaron los tantos.
Los chicos de Boca, los que decidió Carlos Ischia que saltaran a la cancha esta noche, salieron a jugar este encuentro de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Liga de Quito como si se tratara el último partido de su vida.
Con un Leandro Gracián muy suelto y pareciéndose de a poco al que supo brillar en Vélez, el equipo de la ribera comenzó a manejar los hilos ante un equipo ecuatoriano endeble, que no fue mucho menos de lo que mostró en la pasada Copa Libertadores, que ganó, claro que esta vez sin la misma suerte.
Sin desesperarse Boca de a poco arrinconó a los dirigidos por Edgardo Bauza de a poco contra su arco y comenzó a generarle situaciones de gol pero no tuvo puntería como para ponerse en ventaja antes del primer cuarto de hora.
Para colmo Boca desde el inicio del partido se notó que jugaba con la ventaja de que el arquero rival, Francisco Ceballos, quien era una invitación para rematar al arco por las limitaciones técnicas que mostró esta noche.
El primer gol tardó 27 minutos en llegar y nació de un preciso centro al área enviado por Gracián, la figura de la cancha en el primer tiempo, que conectó de cabeza Forlín casi en el punto del penal y con un fuerte frentazo superó el endeble esfuerzo del arquero Ceballos.
A partir de ese momento lo poco que había realizado en ataque el equipo visitante no volvió a ocurrir y todo fue de Boca y por eso no sorprendió que minutos después ampliara el marcador, en una buena jugada colectiva, que derivó en otra precisa habilitación de Gracián, esta vez para Jonathan Philippe, a quien le rebotó la pelota pero en un “blooper” insólito Espinoza, luego de un error de Renán Calle, marcó en contra el segundo gol del partido.
Boca se pudo ir al descanso con más de dos goles de ventaja, pero no tuvo precisión en los últimos metros de la cancha y cuando la consiguió no lo ayudó la suerte, por ejemplo con el remate de Gracián que pegó en el travesaño y que hubiera coronado la mejor actuación del enganche desde que llegó a la entidad de la ribera.