FÚTBOL | Boca venció a Unión de Santa Fe por 4 a 0, con goles de Lucas Viatri (2), Juan Román Riquelme y Nicolás Colazo, y tomó aire después de una semana difícil, en la que se puso en duda la continuidad de su técnico, Julio César Falcioni. En 2 fechas, el xeneize acumuló 4 puntos y no recibió goles, lo que alimenta su ilusión de ser uno de los aspirantes al título.
Boca Juniors consiguió esta noche su primera victoria en el torneo Apertura de fútbol, al golear en la Bombonera a Unión de Santa Fe por 4 a 0, en partido de la segunda fecha del certamen.
Los goles de Boca, que había debutado en el certamen con una igualdad sin goles frente a Olimpo en Bahia Blanca y mantiene la valla invicta, fueron anotados por el delantero Lucas Viatri (dos, uno en cada tiempo), Juan Román Riquelme y Nicolás Colazo (ambos en el complemento).
La goleada significa un respiro gigante para su técnico, Julio César Falcioni, que llegaba al partido envuelto en cuestionamientos y hasta con amenazas respecto de su continuidad.
A Boca se le simplificó el trabajo a los 50 segundos de juego: Riquelme envió un centro rasante desde la izquierda, Erviti siguió con un taco exquisito como asistencia y Viatri venció a Bologna para poner el 1 a 0 en favor del equipo de JC Falcioni.
Lo que en otros partidos le costaba lo inimaginable por su falta de ideas o ambición, en esta noche le alcanzaron 50 segundos.
Allí se abrió otro escenario, para ambos una novedad: a Unión le tocó la necesidad de salir a buscar cuando habia llegado preparado para aguantar; a Boca, la posibilidad de redescubrirse como equipo en la tranquilidad de la ventaja tempranera.
Y fue el local el que mejor se acomodó, favorecido también por los problemas del equipo santafesino para generar juego.
Con traslado prolijo, salida controlada desde el fondo (más allá de algunos pelotazos frontales de Roncaglia) y el manejo de Riquelme (a veces asociado a Erviti), Boca no pasó sobresaltos en su arco y tuvo las mejores ocasiones para un nuevo gol.
Y tuvo una fórmula que, por repetida, no perdió eficacia: las trepadas de Clemente por la izquierda, siempre asistido por Román.
Fue en una de ellas, que el lateral resolvió con un centro de chilena ante despeje fallido de la defensa visitante, en la que Boca casi gritó su segundo tanto, pero Bologna tapó en forma notable un cabezazo de Cvitanich desde adentro del área chica.
La comodidad para Boca se extendió en los minutos iniciales del complemento, pero la jugada más riesgosa fue en ese marco para Unión, a los 9m: Schiavi quedó enganchado ante un cabezazo frontal y Quiroga, también de cabeza, estuvo a centímetros del empate.
A ese peligro, el de la igualdad de un equipo inferior en teoría y en la práctica, eligió someterse Boca a partir de su ineficacia de tres cuartos de cancha hacia arriba. Desaparecido Riquelme, reemplazado Rivero, apagado Erviti, controlado Clemente, la tranquilidad fue también para Bologna, ahora sin trabajo.
Unión, entonces, se animó a salir del fondo y equilibró acciones y dominio territorial. Pero el problema siguió siendo la pelota.
En ese colchón, el de la falta de fútbol de Unión, se recostó Boca para manejar el partido. Especuló con los errores del rival para aprovrechar los espacios y lo pudo liquidar con dos ocasiones claras de Viatri, una solo frente al arco que no pudo rematar, otra con un tiro desde el borde del área que rozó el travesaño.
Hasta que, en efecto, lo liquidó. Y fue otra vez Viatri, de derecha dentro del área tras un centro de Colazo. Y después Riquelme. Y después el propio Colazo, para redondear la goleada, para darle más tranquilidad a Boca.
Y para darle más tranquilidad a Falcioni.
Fuente: Télam.