Miércoles 12 de Diciembre de 2007, 12:24

Boca es finalista en Tokio

FÚTBOL | Neri Cardozo aprovechó en el primer tiempo una gran habilitación de Rodrigo Palacio para poner arriba al equipo de Russo que le ganó al Etoile Du Sahel de Túnez, en una de las semifinales del Mundial de Clubes. Definirá el torneo con el vencedor del partido entre Milan y Urawa, que se enfrentan mañana.


Lo mejor de Boca Juniors estuvo en las tribunas. Tal como ocurrió en sus otras visitas de los últimos años a tierras japonesas, miles de simpatizantes ‘xeneizes’ acompañaron al equipo en su debut en el Mundial de Clubes. Pero la gran expectativa de los hinchas sólo se vio premiada en el resultado, porque la actuación del conjunto de Russo fue bastante deficiente en el primer tiempo. Le costó demasiado a los ‘xeneizes’ vulnerar el esquema defensivo planteado por el Etoile Sportive du Sahel, de Tunez, el inesperado rival en las semifinales del certamen, que venía de dar una gran sorpresa al eliminar al Pachuca, de México. Al igual que le sucedió en el torneo Clausura local, a Boca le faltaron fútbol e ideas para complicar al arquero tunecino, algo que seguramente habría sido resuelto con Juan Román Riquelme dentro del campo, pero el flamante refuerzo del plantel ‘xeneize’ observó el encuentro desde las tribunas. Sin un “enganche” clásico, el equipo argentino no tuvo conductor. Ever Banega entró poco en juego y las pocas acciones de peligro a favor de los ‘xeneizes’ llegaron con centros en búsqueda de la cabeza de Palermo, quien casi convierte de esa manera luego de un centro de Neri Cardozo desde la izquierda, a los 22 minutos. Pocas emociones se habían vivido en el partido, cuando a los 36 minutos Rodrigo Palacio recibió un pase de Palermo, encaró por el sector izquierdo, desbordó y metió un preciso toque al centro del área para Cardozo, quien definió con un remate fuerte, alto y al medio del arco, que sorprendió al arquero y estableció el 1-0. Con la obligación de la desventaja en el marcador, los tunecinos salieron un poco de su esquema ultradefensivo y casi lo empatan con un contragolpe, a los 43 minutos, cuando el delantero Ogunbiyi eludió la marca de Paletta y definió con un disparo bajo y cruzado, que alcanzó a tapar Caranta, con brillante reacción. No se conformó Boca con esa diferencia y en el segundo tiempo buscó ampliar su ventaja. Desde el arranque, presionó a los tunecinos y por momentos los acorraló contra su área, pero la carencia de fútbol se mantuvo inalterable. Entonces, como en el primero, las jugadas más peligrosas fueron de pelota parada: a los 2 minutos, casi aumenta Paletta, de cabeza, tras un córner desde la izquierda. Los tunecinos respondieron sobre los 5 minutos, con otra clara oportunidad como para empatarlo, luego de un tiro libro desde la izquierda que peinó de cabeza un delantero, dentro del área, que agarró a mitad de camino al arquero Caranta. Afortunadamente para los ‘xeneizes’, la pelota salió apenas por encima del travesaño. No hubo mucho más. Las pocas llegadas y las imprecisiones fueron una constante del encuentro, que amenazó con complicarse para el equipo de Russo a los 19 minutos del complemento, debido a la expulsión del colombiano Fabián Vargas, por doble amonestación. Sin embargo, el conjunto que estuvo más cerca de convertir fue Boca. A los 31 minutos, Ibarra envió un centro desde la derecha y Palermo, con un cabezazo de pique al suelo, a punto estuvo de asegurar el pasaje a la final. Y a los 34m. Alvaro González -que había ingresado unos minutos antes en reemplazo de Cardozo- se metió en el área y cuando estaba por definir, fue molestado por un defensor tunecino. Pareció penal, pero el árbitro danés Claus Larsen no lo sancionó. La diferencia entre ambos equipos estuvo en la jerarquía individual de sus jugadores y, fundamentalmente, en la actitud y el temperamento demostrado por los ‘xeneizes’. Porque cuando se quedó con diez hombres, sacó a relucir toda su sabiduría para jugar este tipo de partidos definitorios y estuvo más cerca que su rival de anotar. A los 41 minutos, Rodrigo Palacio -figura del encuentro- armó una buena jugada individual y definió apenas por encima del ángulo izquierdo. Respondió el Etoile, con una chance neta contra el arco defendido por Caranta, a los 43 minutos, con un cabezazo del ingresado Wilson Silva, que salió apenas junto al palo derecho. Finalmente, volvió a festejar Boca Juniors. El equipo de Russo no jugó bien, pero recuperó la costumbre de ganar y esa mística de jugar finales de torneos importantes. Ya espera al Milan.