FÚTBOL | Boca Juniors volvió a alcanzar la punta del torneo Clausura de fútbol de primera división, al vencer a San Lorenzo 2-0, de visitante, con goles anotados por Juan Sánchez Miño a los 58 minutos y Pablo Mouche a los 87, en un paritdo correspondiente a la cuarta fecha del certamen.
Con este resultado, Boca llegó a las diez unidades, extendió a 33 su racha de partidos sin derrotas en el torneo local (más dos de Copa Argentina y otro en la Libertadores) y quedó a siete del récord alcanzado por el equipo que dirigía Carlos Bianchi en la temporada 1999. San Lorenzo, por su parte, complicó su situación, que lo encuentra en zona de Promoción.
En un partido sin un dominador claro, friccionado y donde prevaleció la cautela, Boca resultó un justo ganador porque fue más profundo que su rival en ofensiva.
En la primera etapa, el equipo de la Ribera tuvo tres opciones claras de gol: un tiro libre de Sánchez Miño que Nereo Champagne envió al córner, un cabezazo de Santiago Silva que también detuvo el arquero y una de Juan Manuel Insaurralde que no conectó bien tras un centro del delantero uruguayo.
El conjunto local sólo generó una situación de peligro, cuando promediaba la parte inicial, a través de un tiro libre de Juan Manuel Salgueiro que Agustín Orión despejó al córner.
En el segundo tiempo, Boca fue contundente en ofensiva y pudo plasmar sus merecimientos en el resultado. El juvenil Sánchez Miño, una de las figuras de la cancha, realizó una larga corrida por la banda izquierda y definió de zurda cruzado para vulnerar a Champagne y marcar el gol.
A partir de la apertura del marcador, San Lorenzo salió decidido a buscar el empate y Boca se retrasó en el campo para aprovechar las contras. El local pudo marcar a los 79 minutos tras un centro de Salgueiro desde la izquierda que Carlos Bueno, solo en el área chica, no pudo conectar de cabeza con precisión.
En el primer contraataque que tuvo la visita liquidó el pleito, tras una buena jugada de Diego Rivero por izquierda en la que habilitó a Pablo Mouche (había ingresado a los 32 por el lesionado Darío Cvitanich), quien eludió a Champagne y marcó el 2-0.
Sobre el final llegaron las expulsiones, las quejas y los planteos al árbitro Sergio Pezzotta, sobre todo de los jugadores de San Lorenzo; el triunfo de Boca, que no ganaba en el Nuevo Gasómetro desde el 7-1 del Apertura de 2006, ya no corría peligro
