FÚTBOL | El equipo que dirige Carlos Ischia venció este domingo por 3 a 0 a los de La Paternal. Los goles fueron anotados por Juan Forlín, Luciano Figueroa y Rodrigo Palacio.
Juan Román Riquelme volvió a ser titular y luego de su renuncia a la Selección fue apoyado por los hinchas locales.
Los hinchas de Boca le dieron todo el apoyo a Juan Román Riquelme ni bien pisó la cancha de La Bombonera, que estuvo atestada de banderas con el respaldo al jugador y críticas hacia Diego Maradona, olvidándose de la idolatría hacia el astro.
Los gritos de "Riquelme, Riquelme" atronaron en el estadio boquense, mientras el jugador agradecía con las manos y posaba junto a dos pequeños para la foto.
Todas las banderas estuvieron a favor de Riquelme y algunas hasta trataban a Maradona de "traidor". Ya el cotillón permitió comprobar desde temprano que el pueblo xeneize le había ratificado su adoración a Riquelme y por primera vez en la historia tomó distancia de un Maradona al que había dispensado hasta ahora un tratamiento de Dios futbolístico.
Quedó clarísimo que, tras el virulento choque mediático que tuvieron durante la semana los dos ídolos xeneizes, en la jornada del domingo en la Bombonera el que permaneció de pie fue el que acaba de renunciar al seleccionado argentino.
Es decir, Riquelme fue tomando impulso durante una semana en la que primero se sintió ofendido por críticas públicas a su juego que le destinó el seleccionador, después el campeón olímpico evitó responderle a pesar de recibir cinco llamados telefónicos y luego hasta se atrevió a acusarlo de "falta de códigos" cuando anunció su renuncia a seguir trabajando mientras dure su mandato.
En el comienzo del encuentro, el equipo de Carlos Ischia evidenció algunos problemas en el control de la pelota, pero rápidamente los corrigió y se hizo dominador. No llegó demasiado al arco de Sebastián Torrico, pero con el correr de los minutos la presión fue cada vez más sofocante.
Todas las miradas apuntaban a Juan Román Riquelme y el enganche respondió: estuvo enchufado, cerca de los delanteros, lejos de dar vueltas alrededor de Exequiel Benavídez y Fabián Vargas, y sin bajar a sacarle el balón a Julio Cáceres. Justo como lo pidió Diego Maradona.
En una de sus genialidades, el 10 pisó la pelota de un lado a otro con su sello característico, enganchó hasta encontrar el hueco y la picó por encima del arquero. El travesaño fue el que se interpuso al festejo, en la que fue la llegada más clara del Xeneize hasta el gol de cabeza de Juan Forlín.
A pesar de ser el dueño de las acciones, Boca tuvo algunas desatenciones en el fondo que pudieron haberle costado caro. Y el técnico volvió a equivocarse en ataque, porque Rodrigo Palacio estaba para jugar y sin un delantero por afuera perdió la chance de desequilibrar y llegar con sorpresa.
De todas formas, Martín Palermo y Luciano Figueroa -la dupla ofensiva por la que optó Ischia- tuvo un buen rendimiento. El máximo goleador en la historia del club se tuvo que tirar varias veces hacia atrás y perdió peso en el área, tal como lo hizo Lucho en algunos pasajes del partido.
A los 39 minutos llegó la apertura del marcador, con un frentazo de Forlín tras un corner muy bien ejecutado por Nicolás Gaitán. El defensor ganó con autoridad en el salto y marcó su tercer gol con la camiseta de xeneize -los otros fueron ante Liga de Quito y Vélez-, todos de cabeza.
Ya sobre el cierre del primer tiempo, Boca alcanzó la segunda diferencia con un verdadero golazo. La jugada la inició Riquelme, continuó en los pies de Palermo y la cerró Figueroa con una gran definición que confirma su gran promedio -hizo seis tantos en 11 encuentros con la azul y amarilla-.
En el complemento las cosas no cambiaron demasiado: el equipo de Ischia tuvo el control del encuentro, quizá con menos profunidad, pero sin pasar sobresaltos. El único avance serio de Argentinos fue un mano a mano del ingresado Andrés Romero que detuvo con autoridad Roberto Abbondanzieri.