| Con el regreso de uno de sus máximos ídolos (de discreto partido), los dirigidos por Miguel Angel Russo jugaron mal y rescataron un punto ante el Canalla en la Bombonera. Emilio Zelaya (PT 39m) puso en ventaja al visitante, mientras que Rodrigo Palacio (ST 9m) igualó para el Xeneize.
El neo Romanticismo no tuvo ayer su tarde ideal para el regreso de un amor. Es que el poderoso Boca, con su refuerzo estrella, fue por momentos superado por este Central que llegó con crisis, con un equipo que fue diezmado en el verano, pero que mostró predisposición para jugar al fútbol. Con eso le alcanzó para opacar a Riquelme, quien apareció poco y nada. Fue empate, con sabor a poco.
Desde el arranque Central salió a demostrar que no iba a ser un partenaire en la fiesta de Riquelme. Salió a pelear el medio con un Ríos inspirado, un Kily González patrón y un atrevido Di María, que volvió loco a Ibarra. Boca no supo encontrarle la vuelta y mostró a un Orteman nervioso y a Riquelme diluido. Así las más claras fueron para los de Gorosito. Di María quedó mano a mano, pero definió al bulto. Riquelme arrancó sus primeros aplausos con un tiro libre del costado que casi se mete en el segundo palo.
Igual Central era más. De una buena triangulación entre el Kily, Ríos y Díaz que terminó con gran tapada de Caranta, llegó el córner que derivó en el gol. De un rebote en intentó de cabezazo la pelota recaló en Zelaya, quien no falló. La Bombonera estaba atónita. En vez de ver gambetas de Riquelme lo hacía con Di María y así se fueron al descanso.
Russo cambió en el entretiempo. Sacó a Ibarra y Orteman para mandar a Clemente y Ledesma. La idea fue romper el tandem Kyli-Di María y lo logró sobre todo porque el pibe de Central se quedó sin resto. Los rosarinos se retrasaron innecesariamente. Así Boca pasó a jugar en terreno ajeno.
Por eso no sorprendió el empate. Un córner buscó a Palermo y el balón encontró a Palacio, quien con un puntazo igualó. Allí Boca se agrandó, pero fue sin ideas. La pelota no pasó por Riquelme, contrario a lo que se esperaba. Es más, ni siquiera ejecutó las pelotas paradas. Los ataques del local se hacían cada vez más previsibles, pero errores del fondo centralista le dieron un par de situaciones como una de Cardozo que salió demasiado cruzada y otra que Battaglia conectó mal.
Después, de la mano del Kily, Central comenzó a salir y tuvo la del final. Un robo del ex Inter dejó solo a Zelaya, quien no se animó a definir y prolongó para Díaz, pero el travesaño negó la arruinada de fiesta. Fue empate, con sabor amargo para Boca y Riquelme, quien espera por tardes más felices.
Fuente: TyC Sports.