FÚTBOL | El basavilbasense Christian Gómez habló con RIEL FM, desde Ecuador, el país donde reside desde 1999. El ahora ex fútbolista -surgido de las inferiores de Defensores del Oeste- que llegó a vestir la casaca de la Selección de Ecuador, es desde el lunes Director Técnico en la Serie “B”, del Macará, institución donde hace poco “colgó los botines” y fue asistente técnico.
El hijo de María Mercedes Ledesma y Edgardo “Pocho” Gómez, y hermano de “Leo”, “Leti” y Noelia, es padre de dos hermosos niños, Thomas (11) y Azul (6) fruto del amor con Verónica Erazo, una ecuatoriana, con quien se casó el 21 de enero del 2000. “Estoy feliz con la vida que tengo. El fútbol me dio muchas oportunidades, y en gran medida las aproveché”, afirma.
Christian Gómez se destacó en las inferiores del “Defe”, y con 16 años debutó en la Primera, equipo que por entonces dirigía Daniel Mora. “Mi primer partido fue contra Ramsar”, recuerda y precisa: “fue en el ‘92. Ese día hice un gol (como olvidarlo) y después recibí un golpe en la cara, creo que un codazo, y me reemplazaron”. Ese año vino a la ciudad del riel una delegación de River que jugó un amistoso con una Selección Juvenil de la Regional, y Gómez hizo un par de cosas interesantes que Héctor Osvaldo Pitarch quiso que llevara al club de la banda roja.
“Fui a River para hacer la prueba y quedé. Jugué en la 6ta. División hasta la Cuarta y llegue a disputar partidos en Reserva”, resume al hablar de su paso por el “millonario”. Pero el futbolista de esos días tenía planes de seguir detrás de la pelota y Tigre fue otra de sus aventuras. “Como dicen los chicos “le puse mucha pila”, pero no tuve chances y me terminé alejando a los pocos meses”, dice.
En diálogo con la radio de Basavilbaso comentó que sus padres “estaban radicados en Monte Caseros (Corrientes) y allí me puse la casaca del Club Atlético Florida con el que salí Campeón varias veces...y eso me abrió las puertas para jugar en Chajarí, con Independiente de Villa del Rosario y 1ro. de Mayo. Fue una época hermosa, jugamos muchísimos partidos y torneos, y mejor aún ganamos”, dice entre risas. “Fue a partir de eso que recalo en San Miguel, donde Miguel Leme pone los ojos en mi, y siete meses después termino en Ecuador”, comenta.
Centro Deportivo Olmedo, con Julio Assad de Técnico, fue una “época maravillosa”, recuerda. En el 2000 el club ganó el título, “fue histórico”, ya por primera vez un equipo que no es de Guayaquil o Quito se alza con el título, y la prensa destacó a Gómez como “el mejor extranjero”.
Emelec fue su destino posterior, donde jugó la Libertadores (siendo eliminados por River), Subcampeón en la Merconorte y conquista el título ecuatoriano, siendo uno de los goleadores.
En 2002 jugó para el Blooming de Bolivia, una época que recuerda especialmente por lo “difícil”, desde todo punto de vista. “No cobraba, y ni siquiera había dirigentes con quien hablar”, dice.
A su regreso a Ecuador juega en las temporadas 2002/2003 con Universidad Católica de Quito, en la Serie “B”, tras recuperar su mejor forma Olmedo nuevamente lo contrata y en las temporadas 2004-2005. Consigue ser Subcampeón en 2004, jugar nuevamente la Libertadores y por su regularidad y potencia es convocado a la Selección participando en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial del 2006.
“Fue una época maravillosa, la que recuerdo con mucha emoción y gratitud”, afirma.
En el Deportivo Cuenca jugó en los años 2006/2007, siendo Subcampeón y disputando la pre-Libertadores. Al año siguiente Manta Fútbol Club “de la hermosa Manta” lo contrata para que sea parte de un equipo que tenía por objetivo el ascenso. “Y lo conseguimos”, exclama.
Su regreso al Olmedo fue durante el receso un tema todos los días en la prensa especializada, y se concretó en 2009 Olmedo. Jugó una temporada y 2010 regresó al Mantas, pero por un año.
“En 2011 volví al Olmedo, y ya como volante. Hice 12 goles”, recuerda.
La de Ténico Universitario fue otra de las camisetas que vistió en el fútbol de Ecuador, hasta que en 2013. Christian Gómez, todo un emblema del fútbol ecuatoriano por su dilatada trayectoria, llegó por una temporada a Macará, lugar donde el 9 de mayo decidió “colgar los botines”. Se retiró pero continuó ligado, como asistente técnico.
El “Camello” como se lo apoda desde este el lunes es técnico, y aspira poder transmitir todas sus experiencias.
“Hice unos 90 goles en el fútbol profesional, jugué en muchos equipos y hasta en la Selección, no puedo menos que estar agradecido del fútbol. Me dio muchas oportunidades, creo haber aprovechado muchas...lo practiqué con pasión y profesionalismo, lo mismo que espero de los jugadores que me toca dirigir”, resumió.
