Banfield se la jugó en el final y le empató a Tigre
FÚTBOL | Terminaron 3 a 3. Los goles fueron de Morero, Giménez y Ayala, para los visitantes, mientras que Lucchetti, de penal, Cvitanich y Civelli anotaron para los locales. El partido fue vibrante y con muchas situaciones de gol. El "Taladro" lo pudo igualar en una de las últimas jugadas.
Banfield y Tigre regalaron anoche un gran partido en el Sur del conurbano bonaerense al igualar 3 a 3, luego de que el local remontó una desventaja de dos goles en los cinco minutos finales.
La visita se puso en ventaja con goles de Santiago Morero a los 6 de la primera parte, y Matías Giménez y Román Martínez al minuto y a los 34 de la segunda mitad.
Sin embargo, Banfield -con mucho amor propio- logró una agónica igualdad con tantos de Christian Lucchetti, de penal, a los 18 minutos del primer tiempo y por Darío Cvitanich y Luciano Civelli, a los 41 y 45 del complemento.
A los 33 minutos del segundo tiempo, cuando el encuentro estaba 2 a 1 a favor de Tigre, el enganche Néstor Ayala desvió un penal, que se debió ejecutar dos veces.
El arranque del partido fue muy parejo, en el que ambos equipos se repartían el dominio del balón y cuando lo perdían se retrasaban ordenados, por lo que no se generaban acciones de peligro.
Pero Tigre, con un arma que le dio incontables alegrías a lo largo de la temporada, se atrevió un poco más y sorprendió con un buen movimiento táctico a la salida de un córner.
El envío de Sebastián Ereros desde la derecha murió en la cabeza de Morero, que le ganó a su marca y no perdonó desde el borde del área chica.
Con la diferencia a favor de la visita, el que estaba obligado ahora era Banfield, tratando de demostrar en su cancha lo hecho en el clásico ante Lanús hace siete días.
Y respondió rápido el equipo de Juan Manuel Llop, primero con un desborde por derecha de Darío Cvitanich que Luciano Civelli cabeceó por encima del travesaño.
Enseguida, a los 17 minutos, a partir de un lateral, Cvitanich giró dentro del área y Damián Leyes lo tomó de la camiseta, lo que fue visto por el arbitro Sergio Pezzotta que sancionó penal.
Lucchetti se hizo cargo de la pena máxima y con un certero remate a la derecha de Daniel Islas -que se tiró al otro lado- estampó el empate.
Nada más pasó en el primer tiempo, como si se estuvieran guardando para la segunda mitad, que regaló situaciones "por doquier".
Es que al minuto y medio de juego, Nicolás Torres desbordó por la derecha, envió un centro al segundo palo que pasó a todos los defensores locales y encontró a Giménez solo, que empujó la pelota a la red.
Después del gol, la visita se agrupó muy bien y apostó por el contragolpe, mientras que Banfield no mostraba reacción para alcanzar el empate.
Y en apenas cinco minutos realizaron todo lo que no hicieron en el resto del complemento, ya que a partir de una infantil mano de Quinteros dentro del área, Tigre tuvo la chance de aumentar la diferencia.
Ayala se paró frente a la pelota y remató suave al costado izquierdo de Lucchetti, que contuvo la pelota, aunque el línea anuló la ejecución porque éste se adelantó.
La repitición fue para peor, ya que el enganche paraguayo ejecutó muy mal el penal y desperdició una chance que después terminaría pagando caro.
De un córner mal ejecutado para el anfitrión, llegó el 3 a 1 para Tigre, ya que generó un contragolpe fulminante comandado por Guillermo Suárez, que tocó para Ayala y éste cedió para Martínez cuando salía Lucchetti, por lo que definió con el arco a su merced.
El partido parecía definido, porque Llop había tirado "toda la carne al asador" y le salió mal hasta ese momento, pero en los últimos cinco minutos encontró luz al final del túnel.
A los 41 minutos, fue Cvitanich quien le ganó la espalda a los centrales de Tigre y definió de cabeza exquisitamente, tras un centro frontal de Quinteros.
Banfield apostó el todo por el todo y, en los primeros segundos del tiempo adicional, pudo llegar a la igualdad -quizá sin merecerlo- a través de un "testazo" de Civelli, luego de otro centro de Quinteros.
La cantidad de goles no coincidió con las jugadas de gol que hubo en el encuentro, pero dejó de un lado el conformismo por el carácter mostrado para la agónica igualdad y por el otro la decepción por un partido que estaba prácticamente ganado.