Sábado 8 de Septiembre de 2007, 15:07

Banfield logró una victoria inolvidable y emocionante

FÚTBOL | El Taladro venció 3-2 a Central. Ganaban los rosarinos con goles de Arzuaga y Costa, de penal. Pero Patiño primero, luego Pavlovich y Lucchetti, en tiempo de descuento, dieron vuelta la historia.

Banfield le ganó un partido emocionante e insólito a Rosario Central por 3 a 2. Ganaban los dirigidos por Carlos Ischia 2-0 hasta los 40 minutos del segundo tiempo, con goles de Martín Arzuaga y Tomás Costas, de penal. Pero el Taladro lo dio vuelta con tantos de Jairo Patiño, Nicolás Pavlovich y Cristian Lucchetti. La locura se desató en el Sur del Gran Buenos Aires y la desazón en Rosario, porque Central es el único equipo que aún no ganó en el torneo Apertura y sigue ubicado en zona de promoción. Banfield salió con todo en la primera etapa a ganar el partido, con decisión, teniendo profundidad y generando algunas situaciones de gol, que no fueron claras pero si inquietaron al fondo "canalla". La mejor situación de gol para abrir el marcador la tuvo ex Newell’s y Racing Nicolás Pavlovich, quien no tuvo puntería en la puntada final. Todo era de Banfield, hasta que un pelotazo largo de Tomás Costa, desde el fondo rosarino, sobró inexplicablemente a Javier Sanguinetti, le ganó en el pique el colombiano Martín Arzuaga, quien desde 40 metros vio a Cristian Lucchetti adelantado y le puso la pelota por sobre su cuerpo para establecer el 1-0. Un doble error de defensivo y de cálculo, primero del experimentado Sanguinetti y luego de Lucchetti, quien quedó a mitad de camino, desataron el delirio de los rosarinos. A partir de ese momento hasta el final todo fue de Banfield, que no tuvo claridad pero no mereció irse al descanso perdiendo el partido. En el comienzo del segundo tiempo en la cabeza de Pavlovich el local tuvo el empate, pero la pelota se fue muy cerca del arco del chico Alvarez y la justicia nuevamente decía ausente en el Florencio Sola. Y a la jugada siguiente otra genialidad de Arzuaga derivó en una clara falta del área de Sanguinetti, quien querrá pronto olvidar esta noche de viernes, que Héctor Baldassi no dudó en cobrar, en consecuencia Central tenía un penal a favor, que el juvenil Tomás Costa, con un remate fuerte y al medio se encargó de cambiar por gol. Los jugadores, el técnico y los hinchas de Banfield no podían creer lo que estaban viendo, porque Central en una hora de juego había pateado sólo dos veces al arco y ganaba 2-0. El desconcierto a esa altura era total para todos los del Taladro. Encima se hizo todo confuso después del segundo tanto, al punto que hubo varios choques entre los jugadores, que terminaron con la salida del arquero de Rosario Central, Cristian Alavarez, quien por un golpe en la rodilla izquierda tuvo que ser reemplazado por Hernán Castellano. Con muchos nervios el conjunto de Juan Manuel Llop siguió buscando y a los 36’Pavlovich tuvo otro mano a mano con el arquero, pero su remate cruzado se fue mordiendo el palo izquierdo de Catellanos y ahí parecían morirse las esperanzas de Banfield. Pero la justicia comenzó a llegar a los 40 minutos del segundo tiempo, porque Jairo Patiño pudo superar el esfuezo del arquero de Central, con un fuerte remate estableció el 2-1. Baldassi adicionó 10 minutos y cuando iban 5 la justicia dijo totalmente presente en el sur y por partida doble, porque Banfield llegó al empate y porque el segundo gol lo convirtió Pavlovich, justo un ex Newell’s, quien definió con un fuerte remate dentro del área, y pudo desquitarse de su "mufa" propia de los hinchas de Central. En un final tremendo Banfield, cuyos jugadores eran insultados por sus hinchas, pasaron a ganar un partido increíble, porque Imperiale cometió un penal insólito (le dio un manotazo a la pelota dentro del área) cuando iban 8 minutos de descuento. Fue Lucchetti a patear el penal pero lo atajó Castellano, pero el arquero de Banfield tomó el rebote, como para que el final sea más de película y ahí si pudo establecer el 3 a 2 final, para delirio de unos y tristeza de otros. Fuente: Télam.