| Empató 1-1 con Nueva Chicago en el Sur, pese a haber jugado casi todo el segundo tiempo con un hombre de más por la expulsión de Mattiuzzo. Federico Higuaín abrió el marcador para el equipo de Motta en el comienzo del partido, mientras que Silvio González igualó para los dirigidos por Leeb.
Choque de urgencias en el Sur. Banfield no había ganado como local, Chicago no lo había hecho fuera de casa. En el Taladro se vivió la novela de amores y desamores de la semana entre en el entrenador Carlos Leeb y el presidente Carlos Portell. El Torito venía de perder el invicto como local ante Boca y necesitaba la victoria para consolidarse en el Apertura. Por la novena fecha, en el Florencio Sola se enfrentaban los de Leeb ante los de Motta.
Y las urgencias siempre obligan. De entrada se sacaron chispas. En el amanecer del partido, una de las figuras del campeonato, Federico Higuaín, ponía el grito en el cielo para festejar el 1-0. Los de Banfield empezaron todos dormidos. A los 5, llegó un córner de Donda, la bola dio en varios defensores y le quedó a Higuaín. Sobre la derecha le dio de primera, un bombazo, nada para hacer para el arquero Lucchetti. Chicago gritaba fuerte en el comienzo.
Pero enseguida llegó el desahogo del local. Silvio González se despertó inspirado. A los 7, la pelota quedó dividida y nadie la bajaba. El Pulpo estaba parado como wing derecho, lejos del arco. Y como vino le dio de media vuelta. Una volea bárbara. El balón dibujó una parábola perfecta y se coló por arriba del arquero Vega, al segundo palo. Golazo. Palo y palo.
Después, el partido se apagó. Fue un rato para cada uno. Primero Chicago dominaba y presionaba, después el turno fue para Banfield. Pero ya no había peligro en los arcos. El espectáculo era bueno de todas formas. Los cachetazos del comienzo mantenían la atención y la esperanza de seguir viendo goles.
El segundo tiempo comenzó como el primero, pero faltó la puntería. Antes del minuto, Fabían Santana sacó un bombazo terrible desde afuera del área. Muy cerca. En la jugada siguiente El Turco Zarif ingresó al área de Lucchetti por derecha y sacó un remate cruzado. La pelota se fue ahí nomás, despacito, besando el palo derecho. Parecía que el segundo tiempo comenzaba con el vértigo del primero. Pero fue sólo un espejismo.
A los 4, Mattiuzzo vio la roja en el brazo extendido del árbitro Juan Pablo Pompei. El de Chicago le entró fuerte a Sebastián Brown, en el medio, y se fue a las duchas. A partir de allí, el partido se ahogó.
Chicago con uno menos se conformaba con el empate, aunque tuvo algunas chances de contragolpe. Banfield fue pura impotencia. Tuvo campo y pelota como para ir a buscar su primera victoria como local en el Apertura, pero no encontró los caminos. Leeb movió el banco, pero ya era tarde.
Ninguno de los dos supo ni quiso ganar. Se conformaron. El puntito fue más dulce para el visitante, claro, con un hombre menos casi todo el segundo tiempo. Banfield, no sale de una que se mete en otra. Ganó en Mendoza la semana pasada, Leb y Portell hicieron las paces, pero todo esa paz no sepudo plasmar en el Florencio Sola. Otra vez en casa y sin victoria. El 1-1 quedó estampado, y fue justo.
Fuente: Clarín on Line.