COPA SUDAMERICANA | En el partido de ida de una de las semifinales del certamen continental Arsenal y River no se sacaron ventaja. El desquite se jugará el próximo miércoles, en el estadio Monumental de Núñez.
Arsenal y River igualaron 0-0, en el partido de ida por unas de las semifinales de la Copa Sudamericana. El desquite, el encuentro que definirá el finalista, se jugará el próximo miércoles en la cancha de River.
En el comienzo del partido se notaron dos cosas: la primera que River salió decidido a marcar un gol, sabiendo la importancia que significa marcar en condición de visitante, y la segunda los nervios de Arsenal, porque se estaba jugando una instancia histórica para el conjunto de Sarandí.
Pero en la primera media hora de partido pasó poco y nada, porque River no le encontró la vuelta para vulnerar a Arsenal, más allá de que al comienzo Marco Ruben estuvo cerca de empujar la pelota al gol y algunos remates de larga distancia hicieron entrar en acción a Mario Cuenca.
Por su parte, los locales salieron con la premisa de que River no le marcara un gol, al punto que varios jugadores reconocieron en la intimidad, en la previa, que no les disgustaría un 0-0.
Entonces, los dirigidos por Gustavo Alfaro se pararon para jugar de contra, con dos delanteros movedizos, que inquietaron a la defensa de River pero los faltó profundidad para poder vencer a Juan Pablo Carrizo.
Y entonces el partido, pasada la media hora de juego entró en un pozo, porque sólo se llegaba a los arcos con centros y River pasó a depender exclusivamente de lo que podía inventar Ariel Ortega, quien no tuvo compañía en el resto de sus compañeros.
En el comienzo del segundo tiempo las cosas se dieron como en la primera etapa, con River buscando y con un Arsenal agazapado.
Pero River, al menos en la primera media hora de la parte final, buscó sin ideas, chocando siempre con el fondo de Arsenal siendo todo muy confuso a la hora de intentar encontrar el gol.
Entonces el partido terminó siendo muy “chiquito”, aburrido, mal jugado y rozando una mediocridad alarmante, teniendo en cuenta que se estaban jugando el pase a la final de un torneo importante.
En los minutos finales Arsenal tomó más protagonismo y tuvo chances, no muy claras para abrir el marcador, pero no pudo vulnerar a Carrizo y terminó conformándose con el empate.
Passarella, quien quemó las naves mandando a la cancha a Rosales y Buonanote, se fue disconforme con el resultado y con el rendimiento de sus dirigidos, pese a que la serie está más abierta que nunca.
Fuente: Télam.