| El Sabalero se había puesto en ventaja con un gol de Grisales (PT 35m), pero Ortiz (ST 2m) y Valdemarín (ST 18m) torcieron la historia. El equipo de Alfaro está a tres puntos de Boca. En la visita se fue expulsado Imhoff.
Arsenal venció a Colón en Sarandí, y quedó a tres puntos del único líder del campeonato, Boca. Por su parte, el Sabalero no puede levantar cabeza como visitante, condición en la que no gana desde hace 10 partidos.
En los primeros minutos se vio muy poco de fútbol, los dos equipos es estaban estudiando y todo transcurría en la mitad de la cancha. La explicación también estaba en que ambos se pararon con cuatro mediocampistas, un enganche y tan solo un delantero.
De a poco, los santafesinos se fueron adelantando en el terreno de juego, con un poco más de atrevimiento, pero sin ideas a la hora de generar peligro. Mientras tanto, los dirigidos por Gustavo Alfaro mantenían el orden y tampoco pasaban sobresaltos.
La primera oportunidad fue para la visita y llegó con un cabezazo desviado de Fernando Alloco, tras un tiro libre en forma de centro de Giovanni Hernández. El local contestó con un tiro libre de Juan Pablo Caffa que Laureano Tombolini desvió al córner.
Finalmente, a los 35 minutos de aquella etapa inicial se abrió el marcador, con un gran contraataque de Colón. La pelota llegó a los pies de Hernández, quien habilitó a Freddy Grisales, para que el colombiano defina ante la salida de Mario Cuenca.
En el entretiempo, Alfaro metió mano en el equipo con dos variantes: Alejandro Gómez por Pablo Garnier y Lucas Valdemarín por Santiago Raymonda. Los resultados llegaron rápido, porque a los dos minutos, el local igualó la historia tras una gran definición de Jorge Ortiz.
El Marciano había sido habilitado por el ex delantero de Vélez y Racing, quien unos minutos más tarde tuvo una inmejorable chance con un mano a mano que remató desviado. Igualmente, el Piojo iba a tener revancha.
El empate le había caído como un baldazo de agua fría a un Colón que no supo reaccionar. Mientras tanto, Arsenal se animó, empezó a atacar y desde afuera se podía predecir una nueva conquista del local.
A los 18 minutos, un error de Grisales en la mitad de la cancha dejó a Mauro Obolo adentro del área con la pelota y sin marca. El atacante no fue egoísta, envió el centro y Valdemarín, con un fuerte cabezazo, infló la red.
A partir de ahí, los del Viaducto fueron dueños absolutos del encuentro y no pasaron grandes sobresaltos. Incluso, el Sabalero terminó con un jugador menos por la expulsión a los 33 minutos de Guillermo Imhoff, por doble amonestación.
Fuente: TyC Sports.