FÚTBOL | Con el pase a la Libertadores asegurado el Xeneize fue superado por el equipo de Sarandí que le ganó gracias al gol de Zelaya en el comienzo del segundo tiempo.
El único gol del partido lo convirtió el tucumano Emilio Zelaya, al minuto del segundo tiempo.
A los 32 minutos de la etapa inicial, Cristian Campestrini le atajó un penal, por falta de Diego Braghieri a Lautaro Acosta, al zaguero Rolando Schiavi.
Con esta derrota, Boca se quedó en 30 puntos, 8 por debajo del campeón Vélez Sarsfield, y cortó una serie de siete encuentros sin caídas, pero se clasificó a la Libertadores por el triunfo de River Plate ante Lanús, cuando restan apenas tres unidades por jugarse.
Arsenal, por su parte, el actual campeón del fútbol argentino, cosecha 28 puntos y sigue su buena racha, ya que venía de vencer sucesivamente a Tigre (1-0), Godoy Cruz (3-0) y Quilmes (2-1), y además superó a Boca, por penales, en la final de la Supercopa Argentina jugada el 7 de noviembre pasado en Catamarca.
En el contexto de una primera etapa discreta, el local tuvo más la pelota que Boca y sin mucho mérito fue superior en los primeros 15 minutos.
Por los 8 minutos hubo un pase largo de Lisandro López a Gustavo Canales que quedó solo con el arquero, pero se demoró y permitió la recuperación de Rolando Schiavi.
Después, el conjunto local llegó con un centro de Zelaya, que Canales remató afuera y con un disparo desde afuera de Jorge Ortíz, que pasó cerca del palo izquierdo de Agustín Orión.
La primera aproximación de Boca fue un tiro de Walter Erviti, a los 26, pero el visitante ya había emparejado las acciones.
Entonces, a los 30, hubo un penal de Braghieri a Lautaro Acosta, pero el árbitro Silvio Trucco se confundió y le sacó la amarilla a Iván Marcone, cuando le correspondía al exdefensor de Rosario Central, que ya estaba amonestado.
Cuando parecía que Santiago Silva se hacía cargo de la ejecución, la hinchada visitante comenzó a entonar el nombre de Rolando Schiavi, que jugaba su penúltimo partido antes de su retiro.
Pero entró en escena Campestrini, que le desvió el penal del capitán de Boca y le tapó el rebote a Guillermo Fernández.
A esa altura, Boca no disimulaba lo inevitable: jugaba mal y no tenía creación. Porque estuvo desaparecido Leandro Paredes y solamente lo sostuvo la correcta tarea de Erviti.
El local tuvo en el colombiano Carlos Carbonero, con sus desbordes por derecha, a su mejor jugador. Además, contó con otra chance a los 41 con un tiro libre de Juan Pablo Caffa, que contuvo Orión a un costado.
Al comienzo del complemento, Arsenal llegó al gol en cuatro toques: salida larga de Campestrini, que bajó de cabeza Zelaya para el desborde de Canales y la definición cruzada del ex delantero de Banfield y Rosario Central para el 1-0.
El conjunto de Sarandí siguió con su mejor andar y tuvo un tiro libre de Caffa que sacó Orión cerca del ángulo y un centro de Carbonero, que tocó el propio Caffa y la pelota se fue cerca del palo.
Boca careció de profundidad y solamente llegó con tiros desde afuera del área -lo intentaron Erviti, Fernández y Nicolás Colazo- pero todos los remates se fueron desviados. En contrapartida, Arsenal tuvo un cabezazo de Canales, que pegó en el palo.
En el segundo tiempo, el equipo dirigido por Gustavo Alfaro justificó la victoria ante un Boca desteñido, que sin jugar bien no tuvo claridad ni la frescura de los juveniles Fernández y Paredes, que no aportaron en la faz ofensiva.
Tampoco Cristian Erbes tuvo buen rendimiento y solo hubo algo de Erviti. Esto fue muy poco para superar a un Arsenal, que manejó la pelota y tuvo las mejores llegadas.
Y que también contó con el gran trabajo de la dupla central (López-Braghieri) y un desequilibrante Carbonero, que hizo que Julio Falcioni, en desventaja, sacara a un punta (Lautaro Acosta) para hacer ingresar a Colazo y adelantar a Paredes.
Pero no alcanzó y perdió bien. Y volvió el Boca de antes del triunfo con Racing Club: sin alma y sin juego.