Arsenal no pudo ganar en Chile y se despidió de la Copa Sudamer
FÚTBOL | Arsenal, campeón de la edición 2007, se despidió de la Copa Sudamericana 2011, tras perder nuevamente ante Universidad de Chile, esta vez con una goleada 3 a 0, en una de las series de cuartos de final, cerrada en el Estadio Nacional de Santiago ante 40 mil personas.
Los delanteros Eduardo Vargas, Francisco Castro, en el primer tiempo, y el rionegrino Gustavo Canales, en el complemento, marcaron los goles del equipo dirigido por el santafesino Jorge Sampaoli.
El árbitro colombiano Wilmar Roldán expulsó al delantero de Arsenal Luciano Leguizamón a los 64, cuatro minutos después de su ingreso.
Vélez Sarsfield quedó como único equipo argentino sobreviviente en la competencia y jugará las semifinales ante Liga Deportiva Universitaria de Quito, que conduce Edgardo Bauza.
Arsenal, que debía remontar el 1-2 de Sarandí, sufrió el primer revés con una polémica apertura del marcador, inicialmente invalidada por un asistente pero luego sancionada, al advertir la clara habilitación del defensor Adrián González.
Los argentinos protestaron el fallo ante la confusión generada por el banderín alzado y jugaron, desde entonces, envueltos en los nervios por la clasificación cada vez más lejana.
Universidad de Chile -rival de Vasco Da Gama en la próxima instancia- encontró el contexto adecuado para desplegar un rendimiento claramente superior al rival.
Con el sello de un técnico admirador de Marcelo Bielsa, el conjunto chileno justificó la ventaja con un juego intenso, ágil y muy ofensivo a partir de sus tres delanteros y la proyección de los futbolistas externos.
Arsenal, que apenas mostró la pegada precisa de Adrián González como principal herramienta de ataque, no entregó señales de recuperación para revertir la historia.
Mucho menos después de que Castro, a poco del cierre de la parte inicial, definiera un furioso contragolpe que lideró Vargas tras un mal cierre de Lisandro López.
La inclusión de una tercera punta (Juan Pablo Caffa) por un defensor (Hugo Nervo) tampoco le alcanzó al conjunto dirigido por Gustavo Alfaro, que además de la nítida superioridad rival, sufrió por gruesos errores en defensa.
Por caso, una desinteligencia de su arquero Cristian Campestrini, complementada por González, le sirvió el tercero a Canales -ex-River- para acercar el resultado a la lógica del juego cuando todavía faltaban 35 minutos.
La ambición de Universidad de Chile no cesó y el cuarto gol estuvo cerca frente a un rival desbordado, que jugaba en inferioridad numérica por la injusta tarjeta roja a Leguizamón.
Recién a 10 minutos del final, Universidad de Chile decidió quitarle ritmo al partido y saborear una brillante actuación que lo ubicó merecidamente como uno de los cuatro mejores del torneo.