Arsenal le dio un golpe de nocaut a la ilusión de Boca
FÚTBOL | El conjunto de Sarandí fue muy superior en el primer tiempo, cuando sacó una ventaja de 2-0, con goles de San Martín y Gómez. En el segundo, se retrasó demasiado y sufrió el descuento del uruguayo Bueno. Los "xeneizes" ahora esperan un milagro para seguir en carrera por el título.
“El fútbol es para los vivos”, solía decir el inolvidable Juan Carlos Lorenzo, entrenador que consiguió la primera Copa Libertadores y la primera Intercontinental en la historia de Boca Juniors, a fines de los ‘70. Treinta años más tarde, la frase se aplica con absoluta vigencia al fútbol argentino y bien puede servir como explicación de lo sucedido esta tarde en el estadio del "Viaducto", en Sarandí.
Arsenal fue un equipo "vivo", que supo aprovecharse de las obligaciones de su rival. El conjunto dirigido por Alfaro, conciente de la imperiosa necesidad de Boca de sumar los tres puntos, salió a jugarle al "ajedrez": se adueñó de la pelota y la hizo circular con lentitud, haciendo correr el reloj y crecer el nerviosismo de los "xeneizes".
Los locales cumplieron al pie de la letra con la estrategia: demoraron el juego, con la pelota en su poder y, ante la salida desesperada de los "xeneizes" para intentar recuperar la pelota, profundizaron sus avances con sus delanteros. La otra parte de la receta fue buscar las infracciones cerca del área, para sacar provecho de una de sus mayores virtudes: el juego aéreo.
Así, el conjunto de Sarandí comenzó a llegar con peligro: a los 13 minutos, Mosquera metió un cabezazo de emboquillada y el arquero Caranta, gran figura pese a la derrota, descolgó el balón del ángulo derecho, con una espectacular volada. Un minuto más tarde, el que ganó de cabeza dentro del área fue el zaguero Casteglione, pero la pelota fue nuevamente a las manos de Caranta.
A los 20 minutos, el guardavalla "xeneize" se erigió en figura. En la misma jugada, le tapó un remate -mano a mano- a Villar, luego rechazó con su pierna un disparo de Calderón y en el rebote, voló para desviar al córner un nuevo cabezazo de Mosquera. El partido seguía igualado sin goles, sólo por virtud del arquero.
Pero ya nada pudo hacer Caranta a los 21 minutos, cuando Andrés San Martín apareció sólo y sin marcas por el centro del área y puso, de cabeza, el 1-0. Impensado en el previa del partido. Puramente lógico, según el desarrollo del juego.
Quiso reaccionar Boca, que apenas inquietó con la velocidad de Palacio. El delantero bahiense produjo la única llegada de peligro a los 26 minutos, con un remate que hizo intervenir a Cuenca por primera vez. El resto del equipo cumplió una actuación pálida y sin ideas. Gracián, retornado a la titularidad, jamás armó juego y Palermo fue un concierto de desaciertos.
Pudo aumentar la ventaja Arsenal, cuando a los 36 minutos, Calderón apareció sólo, dentro del área chica, pero su cabezazo nuevamente fue rechazado de forma espectacular por Caranta, quien desde el suelo alcanzó a tapar con sus piernas. Lo mejor que podía sucederle a Boca era que el árbitro Lunati pitara el final de la primera etapa.
Pero no pudo ser...cuando faltaba un minuto, Alejandro Gómez anticipó a todos dentro del área "xeneize" y conectó de "palomita" un centro desde la izquierda, que esta vez pudo vulnerar los esfuerzos de Caranta. El 2-0 fue un justo premio al equipo más "vivo" de la tarde.
Tan mal jugó Boca en los primeros cuarenta y cinco minutos, que el técnico Russo realizó tres cambios para el segundo tiempo: ingresaron Vargas, el juvenil Bertolo y el uruguayo Bueno. Salieron los mediocampistas Battaglia, Ledesma y Gracián.
Si bien mejoró su rendimiento, no pudo aprovechar las ocasiones que generó en el complemento. Boca acorraló a Arsenal contra su arco, con mucho temperamento aunque con poco fútbol. Pero los defensores rechazaron todos los envíos aéreos de los visitantes y los delanteros "xeneizes" tampoco acertaron en el instante de la definición.
Sobre la media hora, algunos simpatizantes comenzaron a entonar cánticos de repudio contra los jugadores, exigiéndoles mayor sacrificio para intentar revertir el resultado adverso. "A ver, a ver, los jugadores si pueden oír: con la camiseta de Boca, ganar o morir...", se escuchó desde las tribunas.
Inmediatamente, el uruguayo Bueno ganó un rebote dentro del área y definió junto al palo izquierdo, para poner el 1-2 e inyectarle una gran dosis de suspenso al partido y de esperanza a los "xeneizes". Entonces, Boca se lanzó con todo al ataque y quizás mereció empatarlo. Pero las ilusiones se esfumaron con el pitazo final del árbitro. Arsenal dio el gran golpe en Sarandí y a Boca sólo le queda soñar con un milagro para conseguir el título en el Apertura. La ilusión del equipo de Russo se muda por adelantado a Japón.
Fuente: Télam.