| La Selección, que ya pasó a octavos de final, se impuso por 3 a 2 ante Nigeria. Dos goles de Messi, uno de tiro libre, y otro de Rojo le dieron el primer puesto en la zona al equipo de Sabella. Musa hizo los tantos de los africanos.
Los goles del conjunto de Alejandro Sabella los convirtieron el crack rosarino Lionel Messi (2m. PT y 45m. PT) y el defensor Marcos Rojo (5m. ST); mientras que el volante Ahmed Musa (4m. PT y 2m. ST) anotó los dos tantos para los nigerianos, que igualmente se clasificaron para la próxima instancia del certamen.
Argentina, que le había ganado sin jugar bien a Bosnia (2-1) e Irán (1-0), finalizó primero con nueve puntos; mientras que Nigeria quedó segundo con cuatro unidades.
El conjunto nacional jugará octavos de final el martes 1 de julio a las 13 en el Arena Corinthians de San Pablo con el segundo del Grupo E: Suiza, Ecuador o Francia (con menor probabilidad).
Los primeros 45 minutos, con algunos altibajos, mostraron la mejor versión del equipo en lo que va del Mundial con protagonismo, ambición, presión, paciencia, profundidad y contundencia, y ratificaron el gran momento de Messi, quien marcó los dos goles, aunque también dejaron en claro que el seleccionado no da garantías en el fondo.
El 4-3-3, esquema "madre", tal como lo definió Sabella, genera justamente eso, una descompensación o desequilibrio entre el ataque y la defensa, y expone al mediocampo.
Javier Mascherano, el alma del equipo, se desdobla en la marca, porque ni Fernando Gago (de muy flojo Mundial), por derecha, y mucho menos Angel Di María (tiene mayor vocación ofensiva que defensiva), por izquierda, prácticamente no colaboran, y eso repercute en un línea de fondo que nunca da seguridad, principalmente por el lado de Federico Fernández.
Igualmente todo se reduce a la magnificencia del `10`, de Messi, el mejor jugador del planeta, que marcó cuatro goles en la primera ronda de Brasil.
La estrella y capitán del seleccionado argentino abrió y cerró el camino, a los 2 y 45 minutos, primero con olfato para capitalizar un rebote y fusilar a Vincent Enyeama y después para clavar un exquisito tiro libre en el ángulo superior izquierdo.
En el medio del repertorio del crack rosarino, quien ayer cumplió 27 años, Nigeria, que jugó con un 4-1-4-1, llegó al transitorio empate con un contraataque que definió Musa con un certero disparo al palo izquierdo que tuvo una floja respuesta de Sergio Romero.
Esa jugada dejó en claro lo mal que marca Argentina en ataque, porque se equivocaron escalonadamente Federico Fernández y Pablo Zabaleta, sucesivamente, frente a tan solo dos jugadores nigerianos.
Más allá de las dos conquistas de Messi, el seleccionado de Sabella, con un juego discontinuo, dispuso de más chances de gol a través de Di María (8m. y 29m.), Gonzalo Higuaín (8m.) y Rojo (30m.).
Pero en el inicio del segundo período volvió a fallar en el fondo y otra vez Musa (le ganó a Federico Fernández) marcó otro tanto para el 2 a 2 de los africanos.
Sin embargo, Argentina asimiló el golpe rápidamente y Rojo, con un rebote fortuito tras un cabezazo de Ezequiel Garay, estableció el 3 a 2.
A partir de ese momento y con el partido y el juego abierto(sin planteos tácticos), lo más le conviene a los argentinos, el equipo se soltó y pudo haber marcado algún tanto más por intermedio de Higuaín (9m.), Messi (14m.), que dejó el campo de juego ovacionado a los 17 minutos del segundo período, Ezequiel Lavezzi (32m.), que reemplazó al lesionado Sergio Agüero en el primero; y Di María (39m.).
Argentina ratificó su supremacía sobre Nigeria, último campeón de Africa, al que venció las cuatro veces en el historial mundialista: 2-1 en Estados Unidos 1994 y 1-0 en Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010.
El equipo de Sabella, ante más de 30 mil argentinos en el estadio y muchos miles más fuera, mejoró su nivel, ganó y se quedó con el grupo, aunque todavía tiene falencias.