Martes 16 de Noviembre de 2010, 14:01

Arcusin: "No hay pruebas contundentes que rebatan lo que dice Bar

FÚTBOL | El fallo del Tribunal de Penas del Torneo Unión Deportiva Regional 2010 aplicó una severa sanción al árbitro César Barreto que suspendió por incidentes, a los 19 minutos del segundo tiempo, el partido entre Atlético Maciá y Sportivo Peñarol. Sobre la cuestión RIEL FM consultó al Dr. Mario Arcusin, Presidente del HTP de la Liga Regional quién tomó distancia de lo dispuesto entendiendo que “no hay pruebas contundentes que rebatan lo que dice Barreto en su informe”.

“Creo necesario resaltar que, previo a la disputa de este Torneo, en reunión de los presidentes de la Ligas intervinientes, y creo que también de los delegados de los clubes, se decidió que el Tribunal de Penas, en esta oportunidad, fuera el de la Liga Talense, quedando solamente acá la función de tomar declaración a los expulsados o informados que pertenecieran a clubes de esta Liga. Es por esa razón que yo no he tenido participación en la decisión tomada, ni fui consultado al respecto”, manifestó el Dr. Mario Arcusin al ser consultado por RIEL FM ante la delicada situación que se vive en la Unión Regional Deportiva tras un polémico fallo del HTP. Durante la entrevista que concedió a la radio de Basavilbaso el Presidente del HTP de la Liga Regional opinó que “no hay pruebas contundentes que rebatan lo que dice Barreto en su informe” y que las tareas inherentes al juzgamiento exigen una “disposición especial, un respeto por las formas y un conocimiento profundo de las leyes o reglamentos”. Para Arcusin “uno debe tener en cuenta que al firmar un fallo puede estar decidiendo el futuro futbolístico de una persona, más allá de que considere eso importante o no. Los antecedentes del Tribunal de Penas de la Liga Regional demuestran que en más de 15 años, y habiendo suspendido a jugadores, árbitros y dirigentes con penas severas, los fundamentos de los fallos y la contundencia de las pruebas tenidas en cuenta, llevaron a que nunca se produjera un hecho de estas características como ahora se amenaza. Y, por supuesto, que nunca se dejó de escuchar a ninguna de las partes, aún cuando no correspondiera o hubiesen vencido los plazos, en una exageración del derecho de defensa que siempre creímos que era necesario hacer prevalecer”, afirmó. [b]¿Le parece a Ud. que esta situación tiene solución, o estamos en un punto sin retorno?[/b] - Yo creo que el Reglamento de Transgresiones y Penas tiene mecanismos que podrían permitir destrabar el conflicto. Pero eso, de todas maneras, me parece ya anecdótico si no nos damos cuenta de que los fallos del Tribunal no pueden servir para castigar el supuesto mal desempeño técnico de un árbitro. Yo creo que el error que se cometió fue el de utilizar ese mecanismo, el de la sanción basada en un supuesto “falso informe”, para hacer a un lado a un árbitro que venía siendo eje de conflictivos partidos. Pero eso no quiere decir que esas cuestiones fueran culpa del Sr. (César) Barreto, ni mucho menos. La reiteración de partidos problemáticos puede ser una cuestión relacionada con el azar, y también puede ser consecuencia de la personalidad de ese árbitro. Pero eso no lo convierte en infractor de ninguna norma, a menos que se demuestre lo contrario. Y el conocimiento que tengo del fallo me hace pensar que eso no se ha demostrado con la amplitud que la situación exige. Reitero que así como no se castiga el mal desempeño futbolístico de un jugador con una suspensión, sino que, en todo caso el DT de su equipo decidirá si lo saca o no, en este tema correspondía al Colegio de Árbitros, o a la Escuela, determinar si había una relación directa entre los incidentes que se reiteraban en esos partidos y el desempeño de César Barreto en la cancha. [b]¿Entonces, le parece que hay una salida para este conflicto?[/b] -¡Pero por supuesto! El mundo ha solucionado por vía pacífica conflictos mucho más graves y trascendentes. ¡Cómo no se va a poder arreglar esto! Solo hace falta que las partes pongan lo mejor de sí, y seguramente la aparición de un mediador o “amigable componedor” volverá la situación a su cauce normal, del que por otra parte nunca debería haber salido. Y deberá quedar para el futuro la convicción de que, así como la gente opina que la justicia lenta no es justicia, tampoco lo es la demasiado rápida, que prescinde de los pasos lógicos que se le deben dar a la producción de la prueba. ¡Y nunca olvidar que, ante la duda, es mejor un culpable libre que un inocente condenado!