| Flavio había hecho el primer gol para los angoleños y encendió la ilusión, pero Bakhtiarizadeh igualó para Irán. Con la derrota de México, los africanos tenían una gran chance de clasificar, pero este resultado los dejó terceros.
Angola llegaba al partido ante Irán con la necesidad de obtener una victoria y a la espera de un triunfo de Portugal sobre México, para poder alcanzar la tan ansiada clasificación a los octavos de final. Sin embargo, el objetivo primordial del equipo de Luis Oliveira Goncalves era tratar de mejorar la imagen dejada en sus dos previas presentaciones.
El correr de los minutos hizo perder peso al ataque de Angola y el rivak, con más vergüenza que ideas, fue equilibrando el trámite.
Para la segunda mitad los africanos volvieron a la cancha renovados y con más ímpetu, el marcador adverso de México seguramente influyó, y un cabezazo oportuno puso el 1-0 que alimentó las esperanzas de Angola, que apenas duró 16 minutos. Un excelente centro conectado por un estupendo cabezazo de Bakhtiarizadeh puso el 1-1, un peso anímico muy superior a lo que los africanos podían remontar.
Fue a partir de ese momento que Irán jugó con más prestancia aprovechando los nervios del rival que luchaba cada pelota como la última hasta que el final del partido los encontró fuera del mundial, algo que querían evitar, pero no supieron como.