| El piloto argentino de Las Flores, provincia de Buenos Aires, se quedó con la victoria de la clase cuatriciclos y sucedió como campeón de la competencia a su hermano Marcos. El 1-2 argentino lo completó el mendocino Sebastián Halpern.
Patronelli, el piloto que menor tiempo empleó en recorrer los trece tramos cronometrados de la competencia, fue recibido con honores en Baradero, donde una multitud le puso un marco tan increíble como emotivo.
Exultante, feliz, emocionado. Alejandro Patronelli logró el objetivo propuesto para su segunda incursión en el Dakar y llegó al final de la extenuante prueba. Pero con un condimento extra: la gran victoria lograda en la clase cuatriciclos. De esta manera, se convirtió en el segundo argentino en conseguir semejante resultado y puso su nombre junto a de su hermano Marcos, que ganó la competencia el año pasado.
“No me quiero imaginar cómo será el recibimiento. Sólo tengo como parámetro lo que fue el del año pasado. Pero éste, prefiero no imaginarlo”, decía Patronelli ayer por la tarde en Córdoba, donde finalizó la penúltima etapa. Pero como era de imaginarse, Ale fue recibido con honores en Baradero, donde una multitud le puso un marco tan increíble como emotivo.
“Fue una carrera durísima. Muy peleada Siempre mi objetivo fue llegar al final sin importar la posición final. Pero ganar es algo increíble”, resumió Alejandro, que corrió los últimos días con un fuerte dolor en la mano derecha después del golpe que tuvo en la octava etapa entre Arica y Antofagasta.
En la general mantuvo la diferencia con Sebastián Halpern (Yamaha), que completó el 1-2 argentino en una edición en la que los compatriotas se lucieron. Los otros argentinos que llegaron al final fueron Pablo Copetti (Yamaha), Jorge Santamarina (Honda), Tomás Maffei (Yamaha), Santiago Hansen (Polaris) y Daniel Mazzuco (Can-Am).
Fuente: Revista Corsa.