Domingo 9 de Febrero de 2020, 21:34

¿Qué hacer si se encuentra a una víbora?

Sociedad | En los últimos días fueron capturados o dieron muerte en espacios públicos, patios e incluso cerca de viviendas en la ciudad y en la zona rural ejemplares de ofidios, algunos venenosos.


El susto que uno se puede llevar al encontrarse con una víbora es casi igual tanto si el encuentro se produce en plena naturaleza como si se da en la finca o en el patio de una casa, porque aunque los expertos nos adviertan que con las altas temperaturas del periodo estival su presencia puede ser más probable, lo cierto es que a casi todo el mundo la "sorpresa" le lleva a contener -por unos segundos- la respiración y ¿qué hacer si se encuentra con uno de estos ofidios? Lo mejor es ser prudentes, dejar que sigan su camino y no matarlo, algo que seguramente suena como fácil de decir pero claramente tras el miedo muchas veces paralizante que generan este tipo de "sorpresas" la reacción es atacar y dar muerte al reptil.


En las últimas horas varios vecinos se contactaron con la emisora para contar -con reocupación- sus experiencias con víboras es espacios públicos, frente a sus viviendas o en el jardín. En la mayoría de los casos tras superar la “sorpresa” deciden darle muerte al reptil.


César Goris, miembro del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Basavilbaso, visitó tiempo atrás los estudios de la radio para hablar sobre el manejo y reconocimiento de ofidios, alacranes y arácnidos. Habló de los miedos, y de las teorías que intentan explicar por qué tememos a las serpientes. Luego desplegó todos sus conocimientos sobre las distintas especies y su localización en la geografía nacional y particularmente habló de las cinco especies de serpientes venenosas que hay en Entre Ríos.

Para Goris el desconocimiento, sumado a un ancestral temor muchas veces no justificado, hace a las serpientes muy vulnerables y, en general, se opta por matar a todas, sin importar si constituye un peligro para la salud o no. Esta actitud de matar a todas las especies, sean o no venenosas, puede mermar el número de individuos, rompiendo el equilibrio ecológico y el ciclo natural de la fauna del lugar. Se han registrado casos en donde la disminución de la población de ofidios (principales predadores de ratas, ratones y otras serpientes venenosas) produjo un desequilibrio en el ecosistema, con la proliferación de roedores y el consecuente aumento de enfermedades peligrosas para el hombre y las cosechas.


En conclusión las serpientes son saludables dentro del ecosistema al jugar un papel fundamental de depredadores, y como tales se alimentan de diferentes especies, "controlando" la población de roedores evitando se conviertan en plaga. Es "necesario reforzar la información y fomentar el mayor conocimiento sobre las distintas especies, y especialmente sobre su peligrosidad", dijo Goris.


Hace unas semanas, un vecino de la Colonia Almada le contaba a FM RIEL que en la zona de los corrales, próximos a su casa, se encontró con una Yarará, y que siguiendo las recomendaciones de los proteccionistas observó (registrando en video) cómo era la reacción del animal al encontrarse con un humano, y afirmó: "no fue agresivo en ningún momento, no obstante les puedo asegurar que mi corazón latía a gran velocidad. Sentí miedo", afirmó, no obstante "con todo cuidado la retiré y la "deposité" en un monte, en el que seguramente estará segura y no nos acarreará problemas".