Miércoles 7 de Junio, 11:13

Pedro Alarcón, un hombre olvidado

Sociedad | La historiadora local Profesora Silvina Pérez publicó la primer parte de su investigación sobre Pedro Alarcón, un veterano de las luchas por la organización nacional y la unificación del país, que vivió en Basavilbaso.


Hoy vamos a evocar a un hombre que vivió en Basavilbaso, que formó parte del Ejército del General Justo José de Urquiza, don Pedro Alarcón, reconocido luego de su muerte como un veterano de las luchas por la organización nacional y la unificación del país.

Su participación militar, es anterior al tendido del ferrocarril, a la llegada de los inmigrantes a la zona y al surgimiento de la ciudad, pero en ella dejó su último aliento y apagó su vida en soledad, a edad avanzada.

El nombre de don Pedro Alarcón surge del libro de actas del Club Atlético Basavilbaso, cuando en una reunión de la comisión directiva el 6 de septiembre del año 1927, uno de sus principales miembros, Justino Chaves Ramírez, propone a la comisión directiva realizarle un homenaje y “expone el deseo que tiene que el Club iniciara una subscripción a beneficio de un veterano de los tiempos de Urquiza recientemente fallecido en la localidad para que se levante un monumento en su memoria”.

La moción fue aceptada, encomendando esa tarea a una comisión especial compuesta por los señores Ávila y el socio Traverso. Los designados debían pasar una comunicación al señor Pedro Martínez, hijo del veterano “Coronel Pedro Alarcón”.

También debían solicitar colaboración a la Junta de Fomento y al Poder Ejecutivo Provincial, para que contribuyeran económicamente con ese noble fin.

En otro pasaje de la reunión, mientras se analizaba el resultado de un encuentro futbolístico y la inasistencia de algunos jugadores, Chaves Ramírez, manifiesta que “siendo el también uno de los notificados a dicho partido, tampoco concurrió por razones de que desde el 4/9/27 a las 19 horas tuvo que atender al padre del Sr. Pedro Martínez quien se encontraba enfermo, y siendo las dos horas del día 5/9/27 fue llamado nuevamente pues este se encontraba más grave, quien más tarde falleciera, siendo el una de las únicas personas presentes, debió prestar ayuda, no siendo justo ni humano que hubiera abandonado la tarea en ese trance para jugar un partido”.

La partida de defunción de Alarcón, integrante de las huestes de Urquiza, se encuentra documentada el Registro Civil de Basavilbaso con el número 83 del año 1927.

Justino Chaves Ramírez, de veintisiete años de edad, casado, con domicilio en esa localidad compareció ante la autoridad de dicha repartición y declaró que a la hora una treinta falleció en su domicilio de esta localidad, Pedro Alarcón, de senectud (vejez), según certificado otorgado por el médico Alfredo Accame.

Alarcón tenía 89 años de edad, era soltero y pensionado argentino, hijo de Bibiana Alarcón, y no había dejado testamento. Fueron los testigos, el declarante Justino Chaves Ramírez y Mario Castro (ambos ferroviarios).

En la Asamblea General Ordinaria del Club Atlético (entidad iniciadora del homenaje) realizada el día 6 de abril de 1930 (segunda convocatoria), entre los puntos a tratarse figuraba el “Monumento a Alarcón”.

El presidente Juan Carlos Fiorito, manifestaba, tal como constaba en la memoria, que existían en la caja del club $50 que donó el Gobierno de la Provincia de Entre Ríos para erigir un monumento al extinto Alarcón y que la Junta de Fomento había donado el terreno donde descansaban sus restos.

“Fiorito historia: el asunto dice que el extinto Alarcón, padre del socio Martínez (también fallecido) era guerrero de Caseros y del Paraguay, por eso el club tomó la iniciativa de levantar un monumento por cuya causa el Gobierno Provincial donó la suma de cincuenta pesos”.

Chaves Ramírez expone a la asamblea que le había encomendado al socio Stamparini la confección de un croquis de un monumento modesto, cuyo costo ascendía a $75, solicitando autorización para efectuar el gasto de los $25 restantes, lo cual tuvo eco favorable entre los asistentes.

Para 1930 aún no se había construido el monumento en su sepultura, pero queda claro que sus restos descansan en un cementerio en Basavilbaso, en una parcela donada por las autoridades municipales de entonces y que el gobierno entrerriano había enviado un subsidio como reconocimiento. El subsidio provincial y la condición de pensionado evidencian la relación con el estado.

Hasta el momento no podemos saber a ciencia cierta en que lugar fue sepultado Alarcón, si en el antiguo cementerio abandonado entre nuestra ciudad y Villa Mantero, o en la actual necrópolis municipal.

En búsqueda de testimonio orales y conocedores de la zona, recorrimos el cementerio abandonado acompañados de un señor que vivió y trabajó muchos años en los campos de la familia Grass, pero el estado de abandono y saqueo del que fue objeto durante años, no permite encontrar hallazgos positivos.

La fuente consultada no recuerda que haya existido en el lugar una tumba de un soldado de Urquiza, tampoco haber oído un relato similar. 

La mayoría de las tumbas que aún permanecen en pie no poseen identificaciones y las “cunas” de hierro forjado, común por aquellos años como parte de la arquitectura funeraria, es posible que no estén en sus sitios originales.

En 1940, bajo el gobierno de Rogelio Gómez se dicta Ordenanza N° 142 “Reglamento Cementerio Público” estableciendo la prohibición terminante de inhumar cadáveres en sitios que no fueran “los cementerios existentes”.

Dispone que cada uno llevará un libro especial en el cual se anotarán prolijamente las operaciones que se efectúen, bajo el control y disposiciones del municipio.

Las tumbas más antiguas que aún se conservan en el Cementerio Municipal son diez (10) y datan entre los años 1925 y 1935, las cuales fueron declaradas de valor histórico, arquitectónico y turístico por Ordenanza 310/1013, ubicadas en la sección N° 12, sector “C”.

Una hipótesis es que sus restos descansen allí y que, con el paso del tiempo y falta de mantenimiento, fueran depositados en la fosa común. Teniendo en cuenta que Alarcón para 1927 tenía 89 años, había nacido hacia 1838.

En el Censo Nacional de 1869 aparece censada una persona con ese nombre y apellido en la zona de María Grande, coincidiendo también el nombre de la madre, pero aún no se ha podido corroborar si estamos hablando de la misma persona, ya que era un apellido común de la época y Pedro y Bibiana eran de usanza por entonces.

Teniendo en cuenta que la Batalla de Caseros se produjo en 1852, si hubiera participado de la misma tendría para ese entonces 13 años y al momento de la Guerra del Paraguay “de la Triple Alianza” en 1864, 26 años.

Los soldados de esta contienda bélica pertenecían al ejército nacional. Hasta el momento no se han encontrado documentos que respalden su cargo de “Coronel”, pero este trabajo pretende ser un comienzo de un camino a recorrer para desentrañar esta interesante historia.

Alarcón, de estado civil soltero, según los testimonios encontrados hasta el momento, sería el padre de Pedro Martínez, hijo no reconocido, domiciliado también en Basavilbaso.

Según el plano de Basavilbaso del año 1926, Martínez era propietario de un solar en barrio Oeste, sobre la actual Av. San Martín, entre J.J de Urquiza y Sarmiento (aprox. al Registro Civil). De lo expresado en las actas de club, para 1930, este último, también había fallecido, pero su defunción no se encontraría registrada en la ciudad entre los años 1927 y 1931. 1940.

RECONOCIMIENTO DE LAS ESCUELAS LOCALES

Diez años después, fueron las instituciones educativas las que tomaron la iniciativa de recordar a nuestro “combatiente”. En 1940 los directivos de las Escuelas locales “Matías Zapiola”, N° 33 “J. José de Urquiza” y Nacional N°58, presentaron una nota al intendente Rogelio Gómez con una propuesta de “rendir homenaje al soldado de los tiempos de Urquiza”.

El Municipio se hace eco dictando la Resolución N° 249 del 30 de octubre de dicho año disponiendo “Adherir a la realización del homenaje a tributarse el próximo dos de noviembre, en la tumba que guarda los restos del extinto soldado de Caseros don Pedro Alarcón, mandándose a efectuar las reparaciones necesarias en la fosa de referencia”.

En representación del intendente fue designado el Secretario del Departamento Ejecutivo (Juan T. Berón) para que hiciera acto de presencia, colocando en nombre del municipio una ofrenda floral. La fecha del reconocimiento rememora a los Fieles Difuntos.

Hay relatos que se fueron diluyendo en el tiempo, y este es una de ellos. Las instituciones guardan en su acervo cultural las pequeñas grandes historias de los pueblos, es así como clubes, bibliotecas, iglesias, asociaciones, han atesorado valiosos recuerdos, los acontecimientos pasados y sus protagonistas.

El intercambio de correspondencia entre entidades, las actas, los documentos de gobierno, entre otros, constituyen valiosas fuentes para reconstruir la vida social de una comunidad.

Atlético nos permite hoy iniciar el camino hacia la búsqueda de nuevos datos. La reconstrucción de la historia tiene algo de mágico, momentos donde los recuerdos del pasado emergen para quedarse para siempre en la memoria colectiva de un pueblo.

Y así un día cobran vida y regresan a la sociedad a la cual pertenecen, para que ella los atesore para siempre. Hombres como Don Pedro Alarcón formaron parte del ejército de Urquiza, gente sencilla, gauchos que sirvieron a la patria, héroes anónimos que expusieron su vida, que supieron de sacrificios, de disciplina militar, de tareas rurales, que dejaron su sangre y su aliento en pos de la conformación de la República y de una Constitución para todos los argentinos. Esto reivindica que estamos fuertemente ligados a Urquiza, su obra y su legado.

Bibliografía

-Libro de Actas del Club Atlético. 6 de septiembre 1927. Archivo Club Atlético Basavilbaso.

-Op. Cit. 6 de abril de 1930.

-Partida de defunción Alarcón Pedro. Acta N°83/1927-Archivo Registro Civil de Basavilbaso.

-Honorable Concejo Deliberante. Decretos, Ordenanzas y Resoluciones. 1922- 1940. 

-Archivo Municipio de Basavilbaso. -Libro N°1 de Resoluciones. (julio de 1939- marzo de 1942) Folios 168- 169.

-Archivo Municipio de Basavilbaso. Ordenanza 310/2013. Concejo Deliberante. Archivo Municipio de Basavilbaso.

-Entrevista al Sr. Kinderknech Anselmo. Basavilbaso, septiembre 2022.

Foto: Museo Histórico de Entre Ríos "Martiniano Leguizamón".