Sociedad | El pasaje peatonal, parte importante de la historia de Basavilbaso, y profundamente ligada al ferrocarril tiene una denominación popular que hasta el momento sigue siendo una incógnita y sobre el que la historiadora local hizo un interesante trabajo y profundiza sobre una de las hipótesis.
La historiadora local, Profesora Silvina Alejandra Pérez, con la colaboración de Nicolás Savoia, hizo un gran trabajo de investigación sobre el “Caminito de los gatos”, pasaje que fuera declarado Patrimonio Cultural Turístico de la ciudad a fines de junio de 2007 y que recientemente, durante la primer gestión del Intendente, Hernán Besel, fue puesto en valor, por su importancia histórica, pero además para contribuir a mejorar la calidad de vida de los vecinos.
"Basavilbaso, conocida como la “ciudad del riel” cuenta con este antiguo sendero peatonal -ubicado en forma paralela a la vía central del ferrocarril (Norte-Sur), entre las actuales avenidas San Martín y Urquiza- y fue proyectado y gestionado por don Rogelio Gómez ante las autoridades del FFCC con asiento en Concordia, para unir los barrios Centro y Oeste, y facilitar el acceso a “la nueva estación”, recuerda la Profesora Pérez", señala la historiadora.
"Hacia 1935, al inicio de su mandato como presidente de la Junta de Fomento, estos sectores de la ciudad se encontraban separados por el predio de la primitiva estación de trenes (hoy Centralidad Urbana) y el actual barrio ferroviario “de los ingleses”. Debemos tener en cuenta que el establecimiento de la estación da origen al pueblo y era el punto central de la planta urbana. Contiguo a esa primera estación, en este barrio conocido como “de los ingleses” se encontraban las viviendas de los jefes de procedencia inglesa y sus familias, otras eran habitadas por ciudadanos argentinos que ascendían a cargos jerárquicos. Podemos mencionar entre ellos a George W. Coward, Ronald Gordon, Rogelio Gómez, Natalio Asunción Sciara, Raúl Perriere, entre otros", rememora.
"Dado que muchos ferroviarios eran trasladados a otras ciudades, las familias que lo habitaron fueron cambiando con el tiempo, recordándose un sinnúmero de apellidos", menciona Pérez.
"Don Aurelio “Lelo” Sabignon, un antiguo ferroviario de 93 años (ya fallecido), relataba en el año 2017 al programa televisivo “Protagonistas”, que en ese predio cerrado al resto de la comunidad la circulación se reducía exclusivamente a los trabajadores de la empresa. Su madre trabajaba como cocinera para una de las familias inglesas y a pocos metros existía una cancha de tenis, donde actualmente vive la familia Berterame", comenta.
Para la historiadora "la apertura del Caminito, permitió agilizar el desplazamiento de los habitantes de un lado a otro de la villa, ya que era un pasadizo peatonal angosto que acortaba considerablemente las distancias. En épocas de esplendor de la actividad ferroviaria era muy concurrido por los trabajadores que prestaban servicio en los talleres, las vías, las oficinas y la estación".
"Hasta el momento sigue siendo una incógnita el motivo de su denominación", afirma la Profesora Pérez. Pero no conforme trabajó sobre diversas hipótesis para tratar de dilucidar el "misterio".
"En sus inicios estaba recubierto de carbonilla, material que se desechaba de las antiguas locomotoras a vapor, razón por la cual se conocía también como “Caminito negro”. Quizás la clave se encuentre en sus orígenes y el contexto histórico de los años 30 y 40 cuando los “FERRO-CARRILES DE ENTRE RÍOS” estaban aún en manos de capitales extranjeros, en ese mundo donde las imágenes y los sonidos de locomotoras, talleres, silbatos y el constante movimiento de personas coloreaban el paisaje", sostiene.
"El vocablo inglés “catwalk” podría ser el disparador que nos conduzca a desentrañar esta incógnita. Este término fue utilizado con anterioridad a 1942 para nombrar un pasadizo largo y angosto o cualquier camino estrecho al lado de un lugar. Como el lenguaje es dinámico se van produciendo cambios a través del tiempo, actualmente significa “pasarela de modas”. Del análisis de la traducción de “catwalk” podemos decir que designa a un “camino largo y angosto o pasadizo que utilizan los trabajadores para concurrir a un lugar (a realizar su tarea). De las palabras (cat: gato en inglés) y walk (caminar) pudo haber surgido la idea de “camino de los gatos” como un nombre pintoresco, para referirse al sendero abierto al público a la vera de las vías y que permitía transitar a los obreros", sostiene.
"Este término pudo ser utilizado por los ingleses en su momento para referirse a este sitio y su traducción haber originado tal calificativo. Si para los ingleses era un “catwalk”, para los lugareños “un caminito de gatos”. La “castellanización” de palabras, podría ser una explicación para intentar descifrar esta incógnita", dice.
"De aquellos tiempos han quedado simpáticas anécdotas que mencionan las dificultades existentes para la comprensión de terminología de ambas culturas y especialmente de expresiones lingüísticas del costumbrismo criollo, que algún empleado audaz pronunciaba ante los jefes recién llegados al pueblo, siendo objeto de confusiones o de burla", recuerda.
"Es importante destacar que en oportunidad de entrevistar a personas que vivieron en el barrio ferroviario hacia 1940, las mismas recuerdan con nostalgia este pasaje emblemático solo con el nombre de Caminito; y que de ambos lados estaba delimitado con tejido, detalle que puede observarse en las fotografías antiguas. Es necesario aclarar, para evitar confusiones que la calle interna (hoy pasaje público) lleva el nombre de Mister Coward, en alusión al Jefe Divisional inglés; el cartel de señalización se conservaba hasta los años 80", sostiene.
Sobre la puesta en valor de emblemático pasaje recuerda que fue "reinaugurado el 29 de junio de 2023, en el marco de un nuevo aniversario de la ciudad. No solo une los barrios, sino los tiempos, el pasado y el presente, que hoy se ve transformado en un hermoso paseo y atractivo turístico. Constituye un legado de épocas de esplendor y de ocaso, de cambios y permanencias, para volver a transitar los caminos que otros supieron andar, para darnos cuenta que el ferrocarril nos separa y nos une dentro de la comunidad, que se debe amar la propia historia, lo identitario, lo que tiene valor por ser propio".
Bibliografía utilizada por la autora del trabajo y su colaborador
Crónica. Publicación semanal. Defensora de los intereses de la zona. Nro.318- Año VII- Basavilbaso, 01 de febrero de 1936. -Colección particular.
Entrevista a Matilde Duimovich. Rosario. Santa Fe. Septiembre de 2012
Entrevista a Aurelio Sabignon
Programa Protagonistas. Basavilbaso. 2017
Ordenanza Nº 115/2007 -Concejo Deliberante Municipio de Basavilbaso
Ordenanza Nº 254/2012 -Concejo Deliberante Municipio de Basavilbaso
Las imágenes pertenecen a una colección particular (Familia de Rogelio Gómez).