Martes 16 de Julio, 19:13

"Benítez fue enterrado en Malvinas con honores"

Sociedad | Tras 42 años habló por primera vez el Enfermero de las Armada que asistió a los heridos y rescató el cuerpo sin vida del basavilbasense Julio Omar Benítez. "Fue enterrado en Malvinas con honores", recordó entre lágrimas Oscar Guzmán.


Dos embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina, el "GC-82 Islas Malvinas" y el "GC-83 Río Iguazú", de 28 metros de eslora y diseño moderno, aunque no aptas para navegación oceánica, fueron destacadas para patrullar las costas de las Malvinas. Zarparon del Puerto de Buenos Aires con destino a Puerto Argentino, burlando el bloqueo británico y arribando el 13 de abril de 1982 sin ser detectados.

El 22 de mayo de 1982, un día después del desembarco británico, el "Río Iguazú" fue asignado para trasladar dos cañones obuses, un subteniente del Ejército, un enfermero de la Armada y quince soldados del Ejército desde Puerto Argentino a Darwin para reforzar las defensas. Bajo el comando del entonces Subprefecto Eduardo Adolfo Olmedo y una tripulación de 15 hombres, el "Río Iguazú" zarpó en la madrugada.

A las 7:30 horas, en la Bahía Darwin, la tripulación del "Río Iguazú" avistó tres aviones Sea Harrier británicos. Estos atacaron, impactando en el casco del guardacostas y causando severas averías.

El Cabo Segundo José Raúl Ibáñez, ubicado en la sala de máquinas, intentó mitigar los daños. El Capitán Olmedo dirigió la embarcación hacia un islote cercano, navegando a mayor velocidad y en zigzag para evitar más daños.

El guardacostas estaba armado con dos ametralladoras Browning calibre 12,7 mm. Durante el ataque, el Cabo Segundo Julio Omar Benítez, operando una de las ametralladoras, perdió la vida, y resultaron heridos el Oficial Principal Gabino Oscar González, el Ayudante de Tercera Juan José Baccaro y el Cabo Segundo Carlos Bengochea.

Ante esta situación, el Cabo Segundo Ibáñez tomó posición en combate y logró derribar uno de los aviones atacantes. El "Río Iguazú" fue encallado en un islote para salvar al resto de la tripulación.

El testimonio de un Enfermero tras 42 años de silencio

Han pasado 42 años desde ese trágico y heroico combate, y uno de los protagonistas, un enfermero que auxilió a los heridos y rescató el cuerpo del basavilbasense Benítez, finalmente rompió el silencio.

Oscar Guzmán, oriundo de San Juan, ingresó a la Armada Argentina a los 18 años con el objetivo de convertirse en enfermero profesional. En 1982, fue comisionado a Malvinas y, tras un sorteo con otro enfermero, se unió a la tripulación del "Río Iguazú". 

"Era nuestra primera vez trabajando con Prefectura, que requirió de nuestros servicios porque no tenían personal médico", mencionó Guzmán, recordando que los tripulantes del "Río Iguazú" le confeccionaron una Cruz Roja para no ser blanco de las balas y bombas.

Guzmán recordó a Benítez como "mi adolescente" con quien tenía una gran relación. Horas antes del ataque que le costó la vida, conversaron sobre un malestar que Benítez tenía, posiblemente tras comer tortas fritas.

"Tras unas horas de reposo, repuesto, fue a su lugar con una de las ametralladoras", relató Guzmán. El ataque fue brutal, y Guzmán, con lágrimas en los ojos, detalló cómo asistió a los heridos y rescató a Benítez, envolviendo su cuerpo en mantas y colocándole su rosario. 

"Me quedé con el de él y le daré a su madre", contó Guzmán, quien también recordó que lo enterraron en Malvinas con honores junto a otros dos compatriotas. Durante más de cuatro décadas, Guzmán mantuvo silencio.

"Por mi condición de Cabo Segundo de la Armada Argentina tengo un estado militar, mientras que los Prefectos son 'Policías del mar'", explicó, añadiendo que esta diferencia de roles contribuyó a su largo silencio.

Hoy, 42 años después, el relato de Guzmán y el sacrificio de los hombres del "Río Iguazú" siguen siendo un símbolo de heroísmo y valentía en la historia de la Guerra de Malvinas.