Viernes 19 de Abril, 19:29

El Gobierno conformó un comité de crisis por la Chicharrita del maíz

Producción | Funcionarios de la Secretaría de Bioeconomía se reunieron con entidades del campo. La primera estimación oficial de cosecha de maíz marca un crecimiento de solo 35,3%, producto de la plaga.


Este jueves, la Secretaría de Bioeconomía se reunió con representantes de la Federación Agraria Argentina, Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro, Maizar y ASA; para dialogar sobre el impacto que está causando la Chicharrita del maíz.

Conformaron así un Comité de Crisis y compartieron un informe técnico sobre la enfermedad realizado en base a las investigaciones de los organismos descentralizados.

“Se trata de una situación compleja donde no hay soluciones fáciles. El daño que estamos estimando en la producción de grano de maíz es entre el 8 y 12 % en total; es una primera aproximación. En el marco del comité de crisis que estamos creando, sumaremos al Consejo Federal de Fitosanitarios dependiente del Consejo Federal Agropecuario”, manifestó el Secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.

Estuvieron presentes distintos miembros del gabinete, los presidentes del SENASA e INASE, la Vicepresidente del INTA así como representantes de la Federación Agraria Argentina, Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro, Maizar, ASA; y el Ing. Agr. M Sc Marcelo Carmona, profesor titular de Fitopatología de la FAUBA.

En este encuentro la Secretaría de Bioeconomía relevó los daños en la producción producidos por la enfermedad del achaparramiento del maíz por Spiroplasma.

En su primer operativo de relevamiento visual (aún no concluido totalmente) la Dirección de Estimaciones Agrícolas empieza a confirmar lo que se venía relevando de las comunicaciones y entrevistas a productores y asesores de las diferentes regiones: el daño si bien varía significativamente entre zonas, será importante y podría alcanzar un rango de entre 8 y 12 % de la producción nacional de maíz.

Y remarcaron que los efectos de esta enfermedad se verán tanto en el volumen de la cosecha como en la calidad de lo que se pueda cosechar.

“No solo hablamos de calidad del grano comercial, hablamos además de calidad forrajera. En los lotes con achaparramiento, podría haber pérdidas aproximadas de un 10% del valor forrajero del grano. Esto significa que, el alimento de vacas, cerdos, pollos, puede verse seriamente dañado y por lo tanto con menor aporte nutricional, por consiguiente, una menor eficiencia de conversión maíz–carne”, detallan en el informe.


Proponen un manejo integral para controlar la Chicharrita del maíz Más que solamente un control químico, el Comité compartió una estrategia de manejo que INTA propone.

Se trata de un abordaje integral, con el concurso de diferentes disciplinas que permitan mejorar las capacidades de anticipación para la elaboración de escenarios probables y esquemas de manejo concurrentes, integrando el manejo cultural, la resistencia genética y eventualmente el control químico.

Un programa de manejo integral debe basarse en evitar la secuencia de cultivo maíz-maíz; controlar el crecimiento de altas poblaciones de insectos vectores sobre todo en los primeros 30 a 40 días desde la emergencia y en sembrar genotipos tolerantes, si los hubiera.

Eliminar maíz guacho; minimizar las pérdidas de cosecha y trampas de monitoreo para conocer el movimiento poblacional del vector. Esta se convierte en la estrategia más efectiva, económica y ambientalmente sustentable. 

Si observamos las recomendaciones de manejo según Casuso -INTA- mayo 2017; observando la bioecología de los patógenos y del vector, los métodos culturales son los primeros a ser considerados, pues siendo factibles, son los más efectivos y económicos:

-Se debe evitar las siembras tardías o las siembras escalonadas en áreas próximas, para no favorecer la supervivencia del insecto vector ni de los patógenos.

-Rotación de cultivos, debido a que solamente el maíz sufre los daños causados por ese complejo.

-En áreas con historia de alta incidencia de estas enfermedades se debería considerar un período libre de al menos tres meses.

-Aplicaciones de insecticidas, teniendo en cuenta que el factor limitante para la utilización de esta práctica es el corto efecto residual de los mismos y como el maíz en la fase vegetativa emite hojas nuevas constantemente, ocurren reinfestaciones, exigiendo pulverizaciones frecuentes.