Sociedad | El pasaje peatonal es una parte importante de la historia de Basavilbaso profundamente ligada al ferrocarril.
Quien ha vivido en #Basavilbaso en décadas anteriores y regresa luego de varios años de ausencia, tiene la ilusión de volver a transitar un pasaje histórico de nuestra ciudad conocido comúnmente como “Caminito de los gatos”.
Tiempo atrás la Profesora Silvina Pérez planteó que muchas veces se ha preguntado “¿por qué quieren volver a recorrerlo, qué remembranzas les trae a quienes en otras épocas supieron andarlo?”.
Y lo imagina con el movimiento que en otros tiempos supo tener, cuando la vida ferroviaria estaba en pleno apogeo en nuestra ciudad y era un constante ir y venir de peatones, donde el tren se mimetizaba con el paisaje y ante su paso arrollador, su presencia imponente, llenaba de vida los días de un Basavilbaso que el devenir histórico fue convirtiendo en recuerdo.
La historiadora local se plantea si alguna vez hemos pensado “¿cuándo y por qué se dio apertura al mismo? ¿Quiénes realizaron las gestiones?” Y admite que si bien la respuesta puede parecer bastante obvia, el acortar distancias en una comunidad separada por el trazado de las vías férreas, la utilización de fuentes históricas resulta de vital importancia para reconstruir el Basavilbaso del ayer.
La Profesora Pérez menciona que el Semanario Crónica del 1° de febrero de 1936 “nos devela la curiosidad bajo el título: "OTRA GESTIÓN COMUNAL DE GRAN UTILIDAD PÚBLICA: el camino de acceso a la Estación, a construirse". “Dentro de muy breves días han de iniciarse, y por parte de la Empresa de los FF.CC E.Ríos los trabajos pertinentes a la construcción de un camino para peatones que partiendo del paso a nivel frente a la propiedad de la Viuda de Zingg, llegará y costeando la vía a Concordia -frente al restaurant Pozanzini-".
"Gestionada su construcción por las actuales autoridades de la Junta de Fomento, la Empresa ferroviaria, que en todo momento ha demostrado su mejor buena voluntad en cooperar en la obra edilicia a que están empeñadas las autoridades comunales, ha resulto la gestión favorablemente, y de ahí que la obra pronto sea un hecho", detallaba Crónica.
"Este camino vendrá a unir los dos principales barrios de la ciudad, y del beneficio que reportará, lo dirá pronto la misma población. No se han necesitado ni genio, ni estudio, ni “quebraderos de cabeza” para concebir y conseguir una obra en sí importantísima y útil, sino buena voluntad y gran apego y cariño al pueblo en donde se vive”.
Esta obra fue peticionada desde la Honorable Junta de Fomento bajo la presidencia de don Rogelio Gómez, que luego se convertiría en el primer Intendente, siempre de la mano del voto popular y la confianza que el electorado de Basavilbaso le otorgara, representando por entonces a la Unión Cívica Radical.
Antiguamente el “Caminito” estaba cercado de ambos lados, quedando separado de las vías y del barrio privado que los ingleses tenían en nuestra comunidad, donde tenían sus casas los jefes de la empresa ferroviaria y con posterioridad argentinos que fueron accediendo a cargos jerárquicos.
El “Caminito de los gatos” fue declarado Patrimonio Cultural Turístico de la ciudad a fines de junio de 2007. Lo dispuso el Honorable Concejo Deliberante, iniciativa que defendió en el recinto la Concejal Alba Hernández que sostuvo que con la iniciativa se pretendía “cumplir con un viejo anhelo de un grupo de vecinos de la ciudad, cual es el de revalorizar el pasaje, rescatando su bagaje histórico para ser aprovechado como tal y por su valor como Patrimonio Cultural Turístico”.
Hernández señaló que el “Caminito de los gatos” o “Caminito negro” -como se lo dominó oportunamente- “está en la memoria colectiva de los basavilbasenses”, y que la declaración debía ser el comienzo de las acciones tendientes a ponerlo en valor por su importancia histórica, pero además para contribuir a mejorar la calidad de vida de los vecinos.
El “Caminito de los gatos” no abarca, ni comprende, a los edificios sino que se refiere al pasaje peatonal solamente, y agentes municipales de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, comenzaron días pasados los trabajos tendientes a la puesta en valor proyectada que contempla el recambio del tejido, la renovación total de la vereda, sustituyendo las antiguas lajas por una nueva estructura de hormigón armado.
Los trabajos de parquizado también serán parte de esta obra, que busca mejorar un espacio muy utilizado por los vecinos de la ciudad y que además cuenta con una rica historia relacionada a nuestra identidad ferroviaria.
