Lunes 8 de Abril de 2019, 10:26

Cayó 30% el consumo de cigarrillo en 10 años

Sociedad | Es debido al precio de los atados y otras medidas, aunque las tabacaleras apuntan al crecimiento de productos ilegales.


Durante el 2018, se estima que cada argentino consumió en promedio 39,1 atados de cigarrillos, la mitad de los 77,6 de 1981, cuando se llegó a un nivel récord, y el número más bajo en 75 años. El dato surge de estadísticas del Ministerio de Agroindustria, que calcula la cantidad de paquetes de cigarrillos vendidos en un año todo el país, lo divide por la población total calculada por el INDEC. Ese promedio (39,1) cayó un 4,2% en el último año, un 17% desde 2015 (cuando eran 47,1 paquetes) y 30% en la última década, ya que en 2008 aún se compraban 55,9 paquetes anuales por persona, 17 más que ahora. El principal motivo es aumento de los precios, que forzó a muchos a reducir las cantidades dejar el hábito. Hoy, un atado de 20 unidades, de primera marca, ya vale unos $ 88. A esto hay que sumarle otras medidas, como la prohibición de publicidad, la restricción de fumar en ciertas áreas y las advertencias gráficas en los paquetes. No obstante, en la Argentina mueren 40.000 personas al año por el consumo de cigarrillos y genera cerca del 10% del gasto en salud pública, según publicó un medio nacional. En la ciudad de Buenos Aires, los pedidos de ayuda para romper ese lazo con el cigarrillo aumentaron 38% en dos años. En territorio porteño, hay 32 centros para ayudar a dejar el hábito. No obstante, desde las tabacaleras aseguran que las cifras de consumo bajaron porque la gente ahora consume productos ilegales que no son registrados. Otra advertencia que preocupa y que muestra un ascenso cada vez más marcado es el cigarrillo electrónico, prohibido por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desde 2011. También avanza el número de usuarios de cigarrillos electrónico, prohibido por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) desde 2011. Pero este dispositivo genera el mismo daño que la nicotina clásica y es percibido como "cool" entre los jóvenes.