Postergan hasta enero el próximo aumento en la factura del gas

El gobierno nacional resolvió postergar hasta enero del año próximo el aumento en las tarifas de gas domiciliario que debía regir desde octubre, como parte del paquete de medidas de alivio para compensar en los bolsillos el duro impacto de la devaluación del peso después de las elecciones primarias. De todos modos, esta prórroga representa un desembolso adicional de al menos 4.500 millones de pesos del Estado nacional, que deberá destinar esos fondos para compensar a las gasíferas por las pérdidas que esto les genera. "El aumento de octubre no lo vamos a hacer y en diciembre tendrá lugar la audiencia pública para aplicarlo recién en enero", confirmó el Secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui. En marzo pasado se realizó una audiencia pública que determinó para el gas domiciliario una primera actualización anual del 29 por ciento. Sin embargo, para evitar que esa suba se descargara plenamente sobre los consumidores durante el invierno, se acordó escalonar ese incremento. De modo simultáneo, se aplicó una "tarifa plana" para los usuarios domiciliarios durante los meses de mayor consumo, que van de junio a septiembre. El diferencial de esa tarifa, cercano al 20 por ciento del total de las boletas, está previsto que sea pagado por lo usuarios a partir de diciembre y el verano de 2020, cuando las facturas reflejan el menor consumo habitual, según la Resolución 336/2019. El "diferencial estacional" de julio a septiembre se abonará en 4 cuotas consecutivas de diciembre a marzo de 2020, detalla la Resolución. Este año, la tarifa se incrementó un 10 por ciento en abril; otro 9,5 por ciento en mayo; y 7,5 por ciento en junio, pero esas subas coincidieron con la aplicación de la tarifa plana para los hogares. El alza así absorbida por el Estado, según estaba previsto, iba a trasladarse en octubre a los consumos familiares de gas. El último viernes el gobierno había oficializado la compensación a las empresas distribuidoras de gas por el costo financiero que les representó diferir el aumento a los usuarios hasta diciembre a través de la Resolución 488/2019. En la misma también estableció que las gasíferas iban a recuperar lo diferido en las facturas regulares desde diciembre, pero además, que el Estado se hacía cargo del costo financiero de esto en carácter de subsidio, mediante el pago de intereses a distribuidoras, subdistribuidoras, transportistas y productores, tomando como parámetro la tasa para plazos fijos por montos de $ 20 millones o superiores a plazos de 30 o 35 días, publicada por el Banco Nación. Según reconoció el gobierno nacional, la aplicación de la tarifa plana tendría un costo de $ 2.500 millones a abonarse a las distribuidoras, mientras el escalonamiento demandaría el pago del Estado de otros $ 2.000 millones. La audiencia pública a la que hizo referencia Lopetegui que se postergó hasta diciembre definirá la proporción del segundo aumento de la tarifa en el año. Pero además, confirma que los aumentos de octubre se pagarán con el próximo gobierno. Lopetegui recordó que "hay dos componentes para la tarifa: la cotización del dólar y el precio del gas; hay una diferencia en el dólar, pero algo se va a compensar con el precio del gas". El funcionario explicó que "el precio del gas en teoría debería bajar, ya que está a u$s 4,55 por millón de BTU (unidad térmica británica), mientras el precio del dólar estaba fijado a $ 41, y ahí sí hay diferencia". El funcionario evitó formular consideraciones con respecto a la reacción de las compañías petroleras, enfrentadas con el gobierno por el congelamiento por tres meses del precio de los combustibles y del barril de crudo.