"¡No hay nada mejor que viajar en moto!"

José Moll Portillo (30) es el mayor de los hijos de Esteban, comerciante, y Ana, ama de casa. Es oriundo de Chimbas, en la provincia de San Juan, y luego de cursar la Secundaria repartía el tiempo entre el estudio (para ser "Profe" de Educación Física) y el trabajo, lo que le permitió hacerse de un vehículo (una "camionetita") y algunos ahorros. "Confieso que no me faltaba nada, pero tampoco me sentía pleno...había algo que tenía claro: lo material no es lo importante. Y eso de hacer de la vida algo monótono me estaba "enfermando", me estaba transformando en un ser infeliz", asegura. "Un día -después de pensarlo mucho- dejé el estudio, el trabajo...vendí la camioneta y compré una moto, Yamaha XTZ 250, con la que comencé un gran viaje, originalmente de un mes...mi espíritu aventurero me llevó a los caminos que me conducían al Sur, con el propósito de conocer parte de la Patagonia de Chile y Argentina y llegar al "fin del mundo", Ushuaia", comenta José y precisa que eso fue en 2017, y que cuando lo logró sintió que era feliz "siendo libre...viviendo el camino". No hubo regreso a Chimbas, y con la moto atravesó el país cruzó a Bolivia, luego fue a Perú y así una a una las naciones de Sudamérica y Centroamérica hasta llegar -con visa que requirió en Costa Rica- a los Estados Unidos, en esa nación Norteamericana recorrió -entre otras ciudades- Los Ángeles, Hollywood y San Francisco. [img="5c54304295f43.jpg"][/img] "No he tenido mayores inconvenientes, y aprendí a ser el "Doctor" de la moto, la que verdaderamente se porta maravillosamente bien...y en el camino aprendo de la vida, de mí y del entorno...nunca estoy solo siento a Dios en todo momento, no voy a ser original pero sin nada siento que tengo todo, y la gente con la que me cruzo me motivan a seguir adelante y por ello que si bien el propósito es llegar a Alaska creo que no voy a parar, no voy a poder", dice. El diciembre de 2018 sintió que necesitaba el abrazo de sus afectos y con gran parte de los ahorros que aún conservaba "compré un ticket de avión y volé a Mendoza. En el aeropuerto me esteraban mis viejos, los abuelos, Miguel, Nelly y María y mis hermanos...fue hermoso abrazarlos, confieso era lo que necesitaba", y junto a ellos pasó las festividades de fin de año. "La moto y mis cosas están en Los Ángeles, esto es un impasse en "el gran viaje" que reanudaré en marzo. Pero la verdad es que tras las fiestas me sentía como preso y Matías, uno de mis hermanos, lo advirtió y me facilitó su moto, Yamaha Ybr 125, con la que volví a vivir el camino...estoy recorriendo nuevamente el Sur, Bariloche, Trelew y Madryn figuran en el "plan" de viaje, en el tiempo que queda hasta que regrese a USA", contó en FM RIEL el joven, mientra recortaba su barba. En los viajes, los que le permitieron hasta ahora conocer 14 países, procura "entender la complejidad de la vida, aprender sin prejuicios de las diferentes culturas, entendiendo que hay tantas formas de vivir la vida como personas en este mundo". Y asegura que viajar en moto le asegura que las sensaciones que ofrece viajar en moto son "únicas", "se disfruta manejar un vehículo que permite acortar las distancias y te conecta con el entorno; voy mirando el cielo, la ruta...me permite una visión panorámica de todo lo que pasa a mi alrededor", y sentencia: "¡no hay nada mejor que viajar en moto!". Mientras "dibuja" un futuro "plan de viaje" que contempla la Mesopotamia, "que quiero conocer, porque de allí son muchos amigos de la vida", y dice convencido que "cuando uno realmente quiere y desea algo, y escucha a su interior y se permite que fluya lo mejor de uno las cosas se dan y uno es realmente feliz, pleno". Finalmente dice que lleva de esta etapa de su vida un registro fotográfico y en video "interesante" pero asegura que lo será aún más cuando pueda escribir o encontrar a alguien que me ayude a realizar un libro, por ahora quienes quieran me pueden encontrar en la red social Facebook como "José x América" https://www.facebook.com/Josexamerica/